La Unión Europea (UE) ha confirmado que defenderá una posición firme en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que tendrá lugar en Belém, Brasil, del 10 al 21 de noviembre. Según ha informado la Comisión Europea, el bloque se presentará como un actor “fiable y ambicioso” dispuesto a liderar la transición global hacia una economía descarbonizada, justa y resiliente.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado que en esta edición “la UE reafirmará su compromiso con el Acuerdo de París y con una transición energética que sea justa, inclusiva y equitativa”. Von der Leyen insistió en que la transformación hacia una energía limpia “ya es irreversible” y que el reto ahora es garantizar que nadie quede atrás.
La COP30 llega en un momento decisivo, diez años después de la firma del Acuerdo de París. Europa defenderá la necesidad de acelerar la reducción de emisiones, triplicar la capacidad instalada de energías renovables y duplicar la eficiencia energética mundial antes de 2030. Además, reclamará una respuesta colectiva para cerrar la brecha entre los compromisos actuales y los necesarios para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
La nueva Contribución Determinada a Nivel Nacional (CDN) de la UE, que será presentada oficialmente durante la cumbre, plantea reducir entre un 66,25% y un 72,5% las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2035 respecto a los niveles de 1990. Este objetivo se considera un paso intermedio hacia la reducción del 90% en 2040 y la neutralidad climática en 2050.
Otro de los ejes clave de la negociación será la financiación climática. La llamada “Hoja de ruta de Bakú a Belém”, impulsada por Azerbaiyán y Brasil, busca movilizar al menos 1,3 billones de dólares anuales en apoyo a los países en desarrollo antes de 2035. En 2024, la UE y sus Estados miembros ya aportaron 31.700 millones de euros en financiación pública y movilizaron otros 11.000 millones de inversión privada, consolidándose como el mayor contribuyente mundial en esta materia.
Asimismo, la Presidencia de la COP30 prevé lanzar la Coalición Abierta para el Cumplimiento de los Mercados del Carbono, que reunirá a países y regiones que ya aplican mecanismos de fijación de precios o avanzan hacia su implementación. Paralelamente, el equipo negociador europeo trabajará en la definición de indicadores globales de adaptación climática dentro del marco EAU-Belém, con el objetivo de fortalecer la resiliencia frente a los impactos del cambio climático.
Entre los representantes europeos destacados en la cumbre figuran la presidenta Von der Leyen, que intervendrá en la Cumbre Mundial de Líderes, y la vicepresidenta ejecutiva Teresa Ribera, quien participará en el Foro de Líderes Locales en Río de Janeiro. También estarán presentes los comisarios Hoekstra y Jørgensen, encargados de liderar las negociaciones técnicas y los compromisos energéticos, respectivamente.
Desde la entrada en vigor del Acuerdo de París en 2015, la UE ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero un 37%, mientras su economía ha crecido un 70%, lo que la sitúa como referente global en descarbonización. Estos avances se sustentan en un sólido marco legislativo que incluye el Fondo Social para el Clima, el Fondo de Innovación y la ampliación del sistema de comercio de derechos de emisión, instrumentos esenciales para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Con esta nueva hoja de ruta, la Unión Europea busca no solo reforzar su liderazgo climático, sino también inspirar a otros países a acelerar sus compromisos para garantizar un futuro común sostenible.
