Publicado el
Con el cierre de los Juegos Olímpicos de París 2024, ACNUR rinde homenaje al Equipo Olímpico de Atletas Refugiados por sus impresionantes logros. Este año, el equipo, el más numeroso desde su creación en 2016, ha logrado hitos históricos, incluyendo la primera medalla olímpica para un atleta refugiado.
Juegos Olímpicos históricos para el Equipo de Atletas Refugiados

Con el cierre de los Juegos Olímpicos de París 2024, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, celebra los logros históricos del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados. Este año, los Juegos han sido un hito significativo para las personas refugiadas, destacándose por tener el equipo más numeroso de la historia y por lograr la primera medalla para un atleta del equipo de refugiados.

Con 37 atletas compitiendo en 12 disciplinas, este equipo fue el más grande desde que el Comité Olímpico Internacional (COI) creó el primer equipo de refugiados en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Estos atletas, que representan a 120 millones de personas desplazadas en todo el mundo, han demostrado su habilidad, resistencia y determinación en el escenario global, resaltando la situación de los refugiados y su potencial.

Uno de los momentos más destacados de los Juegos fue la medalla de bronce ganada por Cindy Ngamba en boxeo, que se celebró en Roland Garros el penúltimo día de las competiciones. La victoria de Ngamba, con el logotipo del Equipo Olímpico de Refugiados (EOR) visible en su chaleco y el fervoroso apoyo del público, representa un logro monumental para el equipo.

Kelly T. Clements, Alta Comisionada Adjunta para los Refugiados, que presenció el combate en París, expresó: “Esto es más que una victoria. Ngamba ha hecho historia, y esta medalla es un testimonio de su valor y fuerza dentro y fuera del ring. Simboliza el espíritu inquebrantable de las personas refugiadas y el poder del deporte para unir e inspirar. Mientras los Juegos llegan a su fin, recordemos esta victoria y a este equipo como un símbolo de esperanza y unidad.”

Otro momento memorable fueron las impresionantes actuaciones de Perina Lokure Nakang en los 800 metros femeninos y Jamal Abdelmaji en los 10.000 metros masculinos, ambos logrando marcas personales en una noche vibrante en el estadio.

Sin embargo, lo que realmente destacó fue el cálido recibimiento que los atletas refugiados recibieron del público en los recintos deportivos y en las áreas cercanas a los eventos. Los vítores y el apoyo en el río Sena durante la ceremonia inaugural reflejaron el respaldo generalizado hacia el equipo, más allá de los resultados individuales.

Clements concluyó: “Cuando a las personas refugiadas se les brinda una oportunidad, pueden alcanzar grandes logros. El deporte es una herramienta poderosa para proteger y sanar. Estos atletas han superado enormes desafíos, y su éxito demuestra lo que se puede lograr cuando se les da la oportunidad de seguir sus sueños. Aunque la llama olímpica se apague en París, el legado del Equipo Olímpico de Refugiados seguirá inspirándonos a todos.”

ACNUR felicita a todos los miembros del Equipo Olímpico de Atletas Refugiados por sus excepcionales actuaciones y agradece al COI, así como a todos los simpatizantes y socios, por su apoyo. Ahora, la atención se dirige al Equipo Paralímpico de Refugiados, que contará con ocho atletas y un corredor guía, esperando lograr más medallas en los Juegos Paralímpicos que comienzan el 28 de agosto.

4o mini

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies