Cada año, Ipsos realiza un exhaustivo estudio en anticipación a la Conferencia de las Partes (COP), este año marcada por la COP 28, una asamblea crucial organizada por las Naciones Unidas que congrega a diversos actores sociales para abordar el desafío global del cambio climático. Este análisis, que se centra en la percepción ciudadana en torno al impacto, la información y las acciones relacionadas con el cambio climático, revela tendencias preocupantes.
En los 31 países objeto de estudio, se destaca que, en promedio, seis de cada diez personas admiten haber sido testigos de un impacto grave del cambio climático en sus regiones. Sin embargo, existen notables variaciones entre las distintas zonas geográficas. En Europa, Italia (66%) y España (64%) encabezan la lista de países cuyos ciudadanos comparten esta preocupación, mientras que en Suecia solo el 24% y en el Reino Unido el 34% comparten la misma percepción.
El panorama se presenta sombrío, y la población mundial reconoce que lo peor está por llegar. El informe revela que, en promedio, un 71% de la población mundial cree que los efectos del cambio climático empeorarán en la próxima década. Esta percepción es aún más pronunciada en España, donde el 76% comparte esta idea, liderando las preocupaciones a nivel europeo, seguido por Italia (75%) y Francia (70%). Además, un alarmante 38% cree que, en 25 años, se verán obligados a abandonar sus lugares de residencia debido al cambio climático, un dato que en España asciende al 41%, situándose nuevamente en la primera posición en Europa, seguido de cerca por Italia (36%) e Irlanda (35%).
Uno de los hallazgos más notables del estudio es que la población española se muestra como la más crítica en Europa respecto a las acciones de su gobierno para combatir el cambio climático. En promedio, un 56% de la población mundial considera que los gobiernos no hacen lo suficiente. En España, esta percepción se eleva significativamente al 69%, liderando la lista europea en desconfianza hacia la acción gubernamental.
Los expertos advierten que esta falta de confianza se extiende también a las empresas, con un 59% de la población mundial creyendo que estas no están haciendo lo suficiente para combatir el cambio climático. Nuevamente, España encabeza la lista europea como el país más crítico, con un 73%, compartiendo este porcentaje con Francia.
A nivel global, existe una sensación generalizada de que las empresas utilizan eslóganes medioambientales sin un compromiso real, afirmado por el 71% de la población mundial, cifra que asciende al 73% en España. Además, casi seis de cada diez personas a nivel mundial piensan que la población en general no está haciendo lo suficiente o nada para combatir el cambio climático, una percepción compartida por el 68% de la población española.
El descontento generalizado se extiende a la información proporcionada por gobiernos, empresas y medios de comunicación sobre el cambio climático. A nivel global, un 63% de las personas sienten que no están bien o nada informadas por su gobierno sobre el impacto potencial del cambio climático, cifra que se eleva al 77% en España, situándose como la más alta de Europa.
En relación a la información proporcionada por gobiernos y empresas para enfrentar los efectos del cambio climático, un 59% y un 61% de la población global, respectivamente, siente que no es suficiente. En España, estas cifras son similares, con un 60% considerando que el gobierno no proporciona información adecuada, y un 62% sintiendo lo mismo respecto a las empresas.
Finalmente, en cuanto a la cobertura mediática del cambio climático, la mayoría opina que los medios subestiman su impacto, con un 42% a nivel global. En España, esta percepción se eleva al 50%, colocándose como el país europeo donde más personas comparten esta opinión, solo superado por Hungría (55%). En el extremo opuesto, solo el 18% percibe que los medios hacen una buena representación de la realidad, y un 23% piensa que exageran los efectos del cambio climático.
Este estudio revela una necesidad apremiante de acciones más efectivas, transparencia y compromisos genuinos tanto de gobiernos como de empresas para abordar la creciente amenaza del cambio climático. La desconfianza y la percepción de falta de información son indicadores claros de que se requieren medidas significativas y una comunicación más efectiva para movilizar a la sociedad en la lucha contra el cambio climático.
