(In) justicia medioambiental: aumentan los litigios climáticos
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La crisis climática está empeorando. Cada año, los efectos del cambio climático son más intensos y millones de personas soportan fenómenos meteorológicos extremos que les arrebatan medios de subsistencia y calidad de vida.En este escenario, los litigios climáticos representan una solución clave para cambiar la dinámica de esta lucha. Recientemente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó su informe “Global Climate Litigation Report: 2023 Status Review” en el que realiza un análisis de las causas judiciales sobre el cambio climático a nivel mundial.
Tal como expresó el Secretario General de las Naciones Unidas a los delegados reunidos en Egipto en la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en noviembre de 2022: "Estamos en la lucha de nuestras vidas, y estamos perdiendo". Pero, antes de avanzar, ¿qué son los litigios climáticos? Este concepto se refiere a las acciones legales y judiciales que buscan abordar cuestiones relacionadas con el cambio climático y sus impactos. Estos litigios pueden involucrar a gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales (ONG), comunidades y ciudadanos individuales que buscan responsabilizar a las partes por sus contribuciones al cambio climático o por no tomar medidas adecuadas para mitigar sus efectos. Existen varios tipos de litigios climáticos:
Litigios contra gobiernos: Las demandas pueden ser presentadas contra gobiernos que no cumplen con los compromisos internacionales de reducción de emisiones o que no toman medidas adecuadas para proteger a sus ciudadanos de los impactos del cambio climático. Por ejemplo, en algunos casos, los tribunales han dictaminado que los gobiernos deben tomar medidas más agresivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Litigios contra empresas: Algunas demandas se han dirigido contra empresas que se cree que han contribuido significativamente al cambio climático a través de la emisión de gases de efecto invernadero u otras prácticas perjudiciales para el medio ambiente. Estas demandas pueden buscar responsabilizar a las empresas por los daños causados por el cambio climático y exigir reparaciones.
Litigios de derechos humanos: En algunos casos, los litigios climáticos se han centrado en violaciones de los derechos humanos debido a los impactos del cambio climático, como el desplazamiento forzado de comunidades debido al aumento del nivel del mar o eventos climáticos extremos.
Litigios de divulgación de información: Algunas demandas se han presentado para obligar a las empresas a divulgar más información sobre sus prácticas climáticas y sus riesgos financieros relacionados con el cambio climático. Esto es especialmente relevante para las empresas que podrían estar subestimando los riesgos climáticos en sus informes financieros.
Litigios de adaptación: Estos litigios se enfocan en obligar a los gobiernos y otras partes a tomar medidas para adaptarse a los impactos actuales y futuros del cambio climático, como la construcción de infraestructuras resistentes al clima.
El pasado mes de julio, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) presentó su informe “Global Climate Litigation Report: 2023 Status Review” en el que realiza un análisis de las causas judiciales sobre el cambio climático a nivel mundial. Según la publicación, el número total de litigios climáticos ha crecido de una manera importante pasando de 884 casos en 2017 a 1.550 en 2020, y a 2.180 en 2022.
Los datos del informe indican que los litigios se han presentado ante 65 jurisdicciones diferentes, incluyendo tribunales, órganos judiciales y órganos jurisdiccionales internacionales y regionales (como procedimientos especiales en las Naciones Unidas y otros tribunales de arbitraje). Según los expertos, se observa que la mayoría de los casos se han presentado ante organismos de EE.UU. destacando también que, alrededor del 17% de los casos, se notifican en países en desarrollo, incluyendo los pequeños Estados insulares en desarrollo. Niños y jóvenes, grupos de mujeres, comunidades locales y pueblos indígenas, entre otros, están desempeñando un papel destacado en la presentación de estos casos.
Se observa que, ante la profundización de la crisis, la ambición climática en todo el mundo sigue siendo insuficiente. A pesar de la mejora de los objetivos de mitigación y adaptación de los países, y a pesar de las numerosas promesas empresariales en el futuro, la comunidad internacional está aún muy lejos de alcanzar las metas y objetivos del Acuerdo de París. Según la publicación, la mayoría de los litigios climáticos analizados tienen en cuenta las siguientes categorías de conflicto:
Cuestiones relacionadas con los derechos humanos y su integración en el derecho internacional y las constituciones nacionales.
Falta de aplicación de leyes y políticas nacionales relacionadas con el clima.
Acciones para evitar la extracción de combustibles fósiles.
Litigios en relación a cuestiones de divulgación climáitca y greenwashing.
Reclamaciones en relación a la responsabilidad corporativa por daños climáticos.
Reclamaciones sobre falta de adaptación a los impactos del cambio climático.
En relación a esta cuestión, se prevé que van a crecer los casos relacionados con las migraciones climáticas, los casos presentados por afectados por el cambio climático (pueblos indígenas, comunidades locales y otros grupos) y los casos que abordan la responsabilidad por eventos climáticos extremos. Finalmente, el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente analiza diversos casos clave de litigios climáticos y cita algunos paradigmáticos:
El Comité de Derechos Humanos de la ONU concluye que Australia está violando sus obligaciones en relación a los derechos humanos de los isleños del Estrecho de Torres viola por su inacción climática.
La Corte Suprema de Brasil reconoce que el Acuerdo de París es un tratado de derechos humanos, que goza de estatus “supranacional”.
Un tribunal holandés ordena a Shell que cumpla con el Acuerdo de París y reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en un 45% con respecto a los niveles de 2019 para 2030.
Un tribunal alemán anula partes de la Ley Federal de Protección del Clima por ser incompatibles con los derechos a la vida y la salud.
Un tribunal de París sostiene que la inacción climática de Francia y el incumplimiento de sus objetivos de presupuesto de carbono han causado daños ecológicos relacionados con el clima.
Un tribunal del Reino Unido sentencia que el gobierno incumple preceptos de la Ley de Cambio Climático de 2008 al aprobar su estrategia de cero emisiones netas.
Han comenzado los procedimientos para obtener opiniones consultivas sobre el cambio climático de la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal Internacional del Derecho del Mar por los pequeños Estados insulares en desarrollo.