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La información falsa y la violencia cibernética muchas veces van de la mano y son enemigos comunes de la humanidad. El profesor adjunto de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad China de Hong Kong, Fang Kecheng, señala la necesidad de crear un mecanismo regulador para las plataformas digitales y redes sociales que respete la libertad de expresión al tiempo que castigue la violencia.
Fake news: todo menos inofensivas

El acceso a la información es fundamnetal en la sociedad contemporánea. Saber nos hace libres y, por tanto, se trata de una cuestión de derechos fundamentales. En junio de este año, Naciones Unidas publicó un informe acerca de la integridad de la información en plataformas digitales, cuyo autor asegura que, aunque las tecnologías digitales son una herramienta importante para la conexión social y el intercambio de información, estas también facilitan la desinformación y los discursos que incitan al odio. Ambos fenómenos se han convertido en serias amenazas para el mundo actual.

Los expertos explican que la información falsa y la incitación al odio en las redes sociales pueden llevar incluso a la violencia y a la muerte. La difusión masiva de desinformación plantea riesgos existenciales para la humanidad y pone en peligro las instituciones democráticas y los derechos humanos básicos. Las plataformas digitales incluyen diversas redes sociales, buscadores de internet y aplicaciones de mensajería, que conectan a billones de personas alrededor del mundo. Solo Facebook cuenta con unos 3000 millones de usuarios. Dado que esas plataformas digitales tienen la capacidad de alojar a un gran número de usuarios, así como también a un gran número de creadores, estos pueden afectar considerablemente la información a la que la gente está expuesta cada día. La información falsa y los discursos de incitación al odio que se esparcen constantemente en el mundo virtual, no sólo confunden al público, pero también ponen en peligro la vida de las personas.

Las "fake news" o noticias falsas son informaciones engañosas, incorrectas o completamente inventadas que se difunden con la apariencia de ser noticias legítimas y veraces. Estas noticias falsas pueden tener un impacto negativo en diversas áreas:

  1. Desinformación: Las fake news propagan información errónea, lo que puede llevar a la desinformación de las personas. Las personas pueden tomar decisiones basadas en información falsa, lo que puede tener consecuencias perjudiciales en su vida personal, social y política.
  2. Polarización y división: Las fake news a menudo se diseñan para apelar a las emociones y creencias de ciertos grupos. Esto puede agravar las divisiones en la sociedad, ya que las personas tienden a compartir y creer en noticias que confirman sus propias opiniones preexistentes.
  3. Difamación y daño a la reputación: Las noticias falsas pueden difamar a individuos, empresas o instituciones al presentar información falsa que puede perjudicar su reputación y credibilidad.
  4. Manipulación política y electoral: Las fake news pueden ser utilizadas como herramientas de manipulación en contextos políticos y electorales. Pueden influir en la opinión pública, distorsionar la percepción de los candidatos y afectar los resultados de las elecciones.
  5. Salud pública: En situaciones de crisis de salud, como pandemias, las fake news pueden difundir información incorrecta sobre tratamientos, prevención y propagación de enfermedades, lo que podría poner en riesgo la salud pública.
  6. Impacto económico: Las noticias falsas pueden afectar a las empresas y la economía al difundir información incorrecta sobre productos, servicios o eventos económicos.
  7. Dificultad en la toma de decisiones informadas: Las personas dependen de fuentes confiables de información para tomar decisiones informadas en sus vidas. Las fake news pueden socavar esta confianza y dificultar la toma de decisiones racionales.

Fang Kecheng, un profesor adjunto de la Facultad de Periodismo y Comunicación, de la Universidad China de Hong Kong, se ha dedicado a la práctica e investigación del periodismo y la comunicación por muchos años. En una entrevista con Noticias ONU, analizó en primer lugar los cambios provocados por las plataformas digitales con respecto a la difusión de información.

"Cuando estas plataformas digitales y el internet aparecieron por primera vez, la gente era optimista y tenía grandes esperanzas. Ese optimismo provenía de la esperanza de que la difusión de la información se ha ampliado considerablemente, mientras se han reducidos las barreras para adquirirla. Este optimismo está basado en que la información difundida y adquirida sea precisa y de buena calidad.

Pero hay algo con lo que no contamos, y es que la realidad de hoy en día es que un umbral reducido para publicar y acceder a la información también significa una barrera menos protectora a la difusión y recepción de contenido falso, mediocre y lleno de odio. Lo que es más lamentable es que, en nuestras plataformas digitales, el contenido extremadamente amarillista, las noticias falsas, las teorías conspirativas, o incluso discursos que incitan al odio, tienden a llamar más la atención y a difundirse mucho más rápido que la información veraz y de buena calidad".

Finalmente, al ser consultado acera de cuáles son las motivaciones detrás de los fenómenos de la desinformación y la incitación al odio, Fang Kecheng contestó: "La principal motivación para la producción, publicación y difusión de información falsa es sencillamente comercial. En otras palabras, es mucho más fácil que este tipo de contenido llame la atención y genere tráfico; y este tráfico se puede monetizar y se puede convertir en ingresos considerables. Es así como, muchos individuos, compañías y grupos sacan provecho de esta oportunidad de negocio y la utilizan para ganar dinero. De hecho, fue muy evidente durante las elecciones estadounidenses de 2016. En ese entonces, hubo rusos con motivaciones políticas que publicaron información y lograron interferir con los asuntos nacionales de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, había un grupo de personas jóvenes, sin trabajo y sin dinero, en un país europeo llamado Macedonia del Norte. Ellos se dieron cuenta que las noticias falsas que habían creado acerca de las elecciones estadounidenses en Facebook habían atraído bastante atención y se habían convertido en un tráfico e ingreso considerable. Así que esparcieron noticias falsas sencillamente por razones económicas.”

Y continuó explicando que la divulgación de información falsa tiene sus propias características en China. Se basa principalmente en motivos comerciales, pero como China tiene una estricta gestión y censura de contenido, sucede un fenómeno muy interesante: los astutos empresarios quieren usar la información falsa para ganar dinero y, al mismo tiempo, esperan crear información falsa y desinformación ‘segura’, que sea interferida lo menos posible.

¿Qué significa esto?, que mucha gente escoge trabajar con información falsa acerca de países extranjeros, en noticias internacionales, como la guerra ruso-ucraniana, las elecciones en los Estados Unidos, etcétera. Existe mucha información falsa acerca de estos eventos porque la probabilidad de que se borre o se censure es baja. Por ejemplo, desde que la guerra ruso-ucraniana empezó hace más de un año, mucha información falsa se ha visto circular. Según la información que algunas personas reciben diariamente, las fuerzas armadas rusas han ganado ya muchas veces, cuando esta información es obviamente muy lejana de la realidad. Este es un fenómeno del ecosistema de la información digital en China.

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