Las organizaciones no gubernamentales (ONG) cumplen un papel crucial en los planes de sostenibilidad de las empresas. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende del informe titulado ‘Radiografía del Tercer Sector: El papel de las ONG en los planes de sostenibilidad de las empresas’ Elaborado por EAE Business School, perteneciente a Planeta Formación y Universidades. Asimismo, el estudio destaca la evolución del tercer sector y su creciente importancia en el escenario económico mundial.
El autor del informe, Eduardo Irastorza, Consultor Estratégico y Profesor en EAE Business School, examina el papel transformador de las ONG en la sociedad actual. Destaca cómo estas organizaciones, junto con las fundaciones, administraciones públicas y empresas comprometidas, se han convertido en actores clave en la promoción y defensa de valores como la sostenibilidad, la ayuda humanitaria, el progreso social, la inclusión y la lucha contra el cambio climático.
El estudio muestra que, en nuestro país, el 42,3% de las ONG tiene como campo de actuación la acción social, el 24,1% el ámbito socio sanitario, el 9,1% la integración e inserción, el 4,1% la participación, el 3,4% los derechos humanos, el 0,7% el cuidado del medioambiente, y el 0,2% el problema de la vivienda. En cifras concretas: 845 entidades sociales en España destinan su actividad a proyectos de infancia y juventud, siendo 800 las que dirigen sus esfuerzos a la educación para el desarrollo, 749 a la cooperación internacional, 661 a acciones de salud, 659 a la ayuda humanitaria, 626 a la asistencia de colectivos marginados, 564 a la defensa de los derechos humanos, 550 al medio ambiente, 407 a los discapacitados, 364 a los inmigrantes, 356 al apadrinamiento, 349 a la responsabilidad social corporativa, 337 a la atención de enfermos, y el resto de entidades lo hacen en ámbitos como la investigación y docencia o la tercera edad.
El informe ofrece una visión integral de la evolución del tercer sector y subraya la importancia de la colaboración entre las ONG y diversas entidades para promover un cambio positivo en la sociedad. Destaca la participación de actores clave en esta colaboración, incluyendo asociaciones profesionales, administraciones públicas, organizaciones internacionales, medios de comunicación, líderes de opinión, públicos internos, sociedad y fuerzas armadas.
Otro de los aspectos que destaca la publicación en relación a este tema es que, a pesar de ser organizaciones no gubernamentales, las ONG también reconocen la importancia de la colaboración con las administraciones públicas. Éstas siguen siendo el principal proveedor de fondos para el tercer sector, con una alta tasa de éxito en la obtención de subvenciones. Las administraciones públicas desempeñan un papel crucial en la financiación de las organizaciones no gubernamentales, duplicando los ingresos propios y privados. La mayor parte de las organizaciones del tercer sector de acción social en nuestro país han solicitado alguna subvención (67,7%) y la mayor parte la ha conseguido: el 53,6% lo obtuvo, el 14,1% no, y el 32,2% no ha solicitado ninguna subvención.
A tener en cuenta también la opinión pública y su apoyo financiero, fundamentales para la supervivencia de las organizaciones. Tanto la financiación pública como la privada provienen de ciudadanos y empresas que valoran los principios y valores de las organizaciones de la sociedad civil. La participación activa de la sociedad, a través de su voto y voz, influye en las políticas y decisiones que afectan al tercer sector.
Por otra parte, el informe identifica tres fases clave en la evolución del tercer sector: la fase 1.0, caracterizada por una labor altruista y solidaria llevada a cabo por voluntarios motivados; la fase 2.0, en la que las ONG se especializan en áreas específicas y establecen colaboraciones estratégicas con empresas y fundaciones; y la fase 3.0, en la que se busca la eficiencia y se establecen alianzas multidisciplinares para alcanzar objetivos sostenibles a largo plazo. En cuanto al papel de las empresas, el informe recalca la importancia de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en los planes de sostenibilidad. Se resalta la necesidad de colaboración entre las ONG y las empresas para abordar los desafíos actuales y futuros, y se enfatiza la importancia de una gestión estratégica de la información, la formación, la evaluación y el reconocimiento en esta colaboración.
Finalmente, otra de las conclusiones sostiene que la selección y preparación de profesionales y voluntarios en las ONG es esencial para el éxito y la proyección a largo plazo. Aunque ha habido un aumento en el nivel de formación, la dedicación exclusiva de directivos y voluntarios en estas organizaciones aún está por debajo del mercado laboral general: el 43,14% posee un grado universitario, el 19,3% un título de Formación Profesional, el 16,62% un Master universitario o Doctorado, el 5,92% estudios de Bachillerato, el 2,95% la ESO y el 2,08% estudios inferiores. Esto representa un desafío para retener el talento debido a las limitaciones presupuestarias de las organizaciones sin fines de lucro.