La economía circular se basa en el principio de reducir, reutilizar, reciclar y recuperar materiales y recursos en lugar de seguir un modelo lineal de producción y consumo. Esto implica diseñar productos duraderos, fomentar la reparación y el reacondicionamiento, así como garantizar la correcta gestión de los residuos. Este modelo económico sostenible reviste una gran importancia para la Unión Europea (UE) debido a los múltiples beneficios que ofrece en términos económicos, ambientales y sociales.
Recientemente la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un informe titulado: "¿Cuánto le falta a Europa para alcanzar su ambición de duplicar el uso circular de los materiales?", el cual muestra que, en 2021, alrededor del 11,7% de todos los materiales utilizados en la UE procederán de residuos reciclados, frente al 8,3% en 2004.
Al promover la economía circular, la UE busca minimizar la dependencia de los recursos naturales, reducir la generación de residuos y disminuir la huella ambiental. Esto conlleva ventajas económicas, como la creación de empleo en sectores relacionados con la gestión de residuos y la innovación en tecnologías y procesos sostenibles. Además, cabe destacar lo que es evidente: la economía circular contribuye a la mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la extracción de recursos y la producción de nuevos productos. También promueve la seguridad del suministro al disminuir la dependencia de materias primas importadas.
La publicación explica que el aumento del reciclado acelerará este progreso, pero advierte que esto no será suficiente. Es necesario complementarse con la reducción de los insumos totales de materiales para cumplir el objetivo de duplicar la proporción de residuos reciclados en el uso de materiales para 2030. Acercarse al objetivo podría lograrse, por ejemplo, aumentando la tasa de reciclado de todos los residuos tratados del 40% actual al 70%, disminuyendo los insumos materiales globales en un 15% y reduciendo la cantidad de combustibles fósiles utilizados en un 34%.
Asimismo, los expertos de la AEMA sostienen que habría que prestar especial atención a los minerales no metálicos, como los materiales de construcción, ya que representan aproximadamente la mitad de todos los materiales utilizados en la UE. Desde una perspectiva medioambiental, también sería beneficioso centrar los esfuerzos en los materiales con mayor impacto negativo en su producción, especialmente los combustibles fósiles y la biomasa.
Seguimiento de la prevención de residuos
La prevención de residuos desempeña un papel crucial en la lucha contra la emergencia climática. Al reducir la cantidad de residuos generados, se pueden evitar emisiones significativas de gases de efecto invernadero y se puede mitigar el cambio climático. A continuación, se presentan algunas formas en las que la prevención de residuos puede contribuir a detener la emergencia climática:
Sobre este tema el análisis de la AEMA "Seguimiento de los avances en la prevención de residuos" sostiene que la prevención de residuos es una de las estrategias clave para lograr una economía circular, ya que puede reducir el uso de recursos, maximizar la vida útil de productos y materiales y fomentar la demanda de productos más sostenibles. Sin embargo, sigue siendo difícil establecer un vínculo entre las políticas de prevención de residuos y la generación de residuos en la UE.
Este documento propone un nuevo conjunto de indicadores dedicados al seguimiento de las tendencias a largo plazo en materia de prevención de residuos. Los indicadores se centran en los factores que impulsan la generación de residuos, los factores que facilitan las políticas de prevención de residuos y los resultados obtenidos en cuanto a reducción de residuos y emisiones. Sin embargo, los especialistas concluyen que para poder utilizar plenamente este marco de seguimiento es necesario recopilar datos e información más específicos en toda la UE de forma sistemática y armonizada. En la actualidad, casi todos los Estados miembros de la UE tienen algunos objetivos e indicadores cuantitativos sobre prevención de residuos, pero estos objetivos e indicadores varían mucho, señala el informe de la AEMA. Por tanto, establecer objetivos de prevención de residuos a escala de la UE, como el objetivo de reducción de residuos alimentarios que se está elaborando actualmente, también puede ayudar a fijar la dirección y un objetivo de medición y a reforzar las obligaciones en materia de prevención de residuos.