El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha publicado un informe recientemente, en el cual afirma que, frente a la crisis alimentaria y energética, la incertidumbre económica y los efectos cada vez más importantes del cambio climático, resulta urgente avanzar hacia una transformación de la industria rumbo a un modelo sostenible que sirva para cerrar la brecha de desarrollo entre países y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este sentido, la publicación explica que la financiación para el desarrollo sostenible es indispensable.
Pero, antes que nada ¿qué es la financiación para el desarrollo sostenible? Esta se refiere a la provisión de recursos financieros para proyectos que promuevan el desarrollo económico, social y ambiental sostenible. Los proyectos de desarrollo sostenible buscan mejorar la calidad de vida de las personas y proteger el medio ambiente, al mismo tiempo que promueven el crecimiento económico a largo plazo. Existen varias fuentes de financiación para el desarrollo sostenible, incluyendo:
Así, el documento sostiene que se necesitan inversiones urgentes y a gran escala para agilizar la transformación industrial, incluso en el suministro de electricidad, la agricultura, el transporte y los edificios.
António Guterres en el prólogo del informe afirma que: "Sin los medios para invertir en desarrollo sostenible y transformar sus sistemas energéticos y alimentarios, los países en desarrollo se están quedando aún más rezagados" y concluye: "Un mundo a dos velocidades, de ricos y pobres, presenta peligros claros y evidentes para todos los países. Necesitamos urgentemente reconstruir la cooperación mundial y encontrar las soluciones a nuestras crisis actuales en la acción multilateral".
Una de las principales conclusiones que se desprenden del análisis es que la falta de recursos ahoga la economía de las naciones en desarrollo. En este sentido, se advierte que, a diferencia de sus homólogos desarrollados la mayoría de los países en desarrollo no disponen de recursos para invertir. La combinación de factores que incluye al cambio climático, la invasión rusa de Ucrania, la pandemia de COVID-19 y el pago de la deuda generan fuertes presiones fiscales sobre la mayoría de los países en desarrollo limitando su capacidad para invertir en una transformación sostenible.
El documento de Naciones Unidas recuerda que la industrialización siempre fue un vehículo de progreso que impulsó el crecimiento económico, la creación de empleo, el avance tecnológico y la reducción de la pobreza. Por ello, pide establecer una nueva generación de políticas industriales sostenibles, apoyadas en una planificación nacional integrada, que permita aumentar las inversiones y sentar las bases de las transformaciones necesarias. Entre las áreas con grandes oportunidades de crecimiento menciona la agroindustria, la energía verde y la industria manufacturera.
Por otra parte, la publicación destaca que, en el último tiempo, ha crecido exponencialmente el sector tecnológico, pero se ha estancado el de manufacturas. En este sentido los expertos afirman que la reciente y rápida asimilación del sector tecnológico muestra las enormes posibilidades de lograr una transición igualmente rápida hacia una industrialización y un crecimiento sostenibles.
Para mejorar esta situación, el informe pide implementar políticas específicas para construir las infraestructuras productivas nacionales necesarias que permitan lograr transiciones con bajas emisiones de carbono, crear puestos de trabajo dignos e impulsar el crecimiento económico, garantizando al mismo tiempo la igualdad de género. También son necesarios cambios en la arquitectura financiera internacional para obtener recursos suficientes. Los puntos para lograr una reforma eficaz de la arquitectura financiera internacional y alcanzar una transformación sostenible debe incluir la reforma de: