Publicado el
El Grupo de Acción de Sostenibilidad y RSE en las Empresas Públicas liderado por Forética y compuesto por más de 30 entidades públicas, ha publicado un informe en el cual se incorpora una hoja de ruta estructurada en seis acciones clave para que estas compañías puedan avanzar rumbo a la descarbonización y el desarrollo sostenible. Este documento busca ser el punto de partida para alcanzar las cero emisiones netas en aquellas entidades comprometidas con este objetivo. La hoja de ruta también se posiciona como una llamada a la acción para aquellas organizaciones menos maduras en este ámbito.
Hacia las cero emisiones netas en las empresas públicas

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece que antes de 2050 y en todo caso, en el más corto plazo posible, España deberá alcanzar la neutralidad climática con el objeto de dar cumplimiento a los compromisos internacionalmente asumidos y el sistema eléctrico deberá estar basado, exclusivamente, en fuentes de generación de origen renovable. Para alcanzar este ambicioso objetivo de las cero emisiones netas, favorecer la transición energética y descarbonizar la economía antes de 2050, las empresas públicas deberán llevar a cabo una senda de descarbonización a largo plazo, pasando por un conjunto de hitos y etapas que irán brindando madurez a la entidad para lograr este objetivo.

Para lograr que, efectivamente, la neutralidad climática en las empresas públicas sea una realidad, Forética y las empresas que forman parte del Grupo de Acción de Sostenibilidad y RSE en las Empresas Públicas han configurado una hoja de ruta que permitirá a las compañías establecer una estrategia de cambio climático ambiciosa y ser el punto de partida para alcanzar las cero emisiones netas en aquellas entidades comprometidas con este objetivo. La hoja de ruta ha sido estructurada en seis acciones clave: el establecimiento de un compromiso con el objetivo ‘net zero’, la consideración del cambio climático como riesgo empresarial, el establecimiento de objetivos ambiciosos alineados con la ciencia, la gestión de emisiones de ‘Alcance 3’, las medidas de compensación y neutralización y la exigencia del reporte climático.

1.Establecimiento de un compromiso con el objetivo ‘net zero’: La primera acción clave de la presente hoja de ruta es establecer un compromiso en firme para lograr las cero emisiones netas de CO2 para el año 2050 o antes en la entidad. Este compromiso en firme ha de establecerse, de manera prioritaria, a través de la declaración del más alto nivel de la organización, con el fin de poner de manifiesto la voluntad de contribuir a este objetivo global. En este sentido, el 38% de las empresas públicas del Grupo de Acción cuentan ya con un compromiso en firme para alcanzar las cero emisiones netas y más del 60% (63%) están trabajando en este objetivo, contando ya con medidas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Como se puede ver en la figura 2, este compromiso se ha hecho notorio, principalmente, a través de la inclusión de este en la política ambiental o de acción climática (vía utilizada por el 58% de las empresas) o en la política de sostenibilidad o RSC (vía utilizada por el 50% de las empresas). El 29% de las empresas ha hecho efectivo este compromiso a través de una declaración de la Alta Dirección.

2.Identificar, gestionar y cuantificar el cambio climático como un riesgo empresarial corporativo: En este sentido, los riesgos climáticos pueden clasificarse del siguiente modo en función de su tipología:

  • Riesgos físicos: riesgos derivados de fenómenos meteorológicos extremos o de los impactos a largo plazo del cambio en las características del clima. Estos riesgos pueden ser agudos o crónicos.
  • Riesgos de transición: riesgos derivados de los agentes que favorecen la transición energética y el paso hacia una economía descarbonizada (legales, de mercado, tecnológicos y reputacionales).

3.Establecimiento de objetivos ambiciosos alineados con la ciencia: El establecimiento de objetivos de reducción de emisiones GEI ‘basados en la ciencia ’ para lograr la neutralidad climática ha pasado, en un breve espacio de tiempo, de estar en las reflexiones de los gobiernos como una herramienta clave para alcanzar las metas definidas en el Acuerdo de París, a traducirse en una creciente presión sobre las compañías para que establezcan y publiquen sus propios objetivos y planes de transición energética. Según un reciente informe sólo un 21%4 de las mayores corporaciones a nivel mundial han establecido objetivos de cara a ser ‘net zero’. Sin embargo, este porcentaje aumenta de manera exponencial mes a mes.

4. 4scope 3: clave para lograr el objetivo ‘net zero’ : El cálculo de las emisiones de GEI de alcance 3, es una medida fundamental dentro de una estrategia climática corporativa, pues son las emisiones más difíciles de calcular y gestionar, pero, a su vez, abordarlas supone una gran oportunidad de avance y liderazgo en materia climática para una organización. Tomar acción sobre estas emisiones no sólo significa reducir el impacto de una organización, sino que permite contribuir a una transformación global hacia una economía descarbonizada y, concretamente, cada vez más organizaciones están tomando consciencia de que la mayor parte de su huella de carbono se debe a generación de emisiones de alcance 3.

5.Medidas de compensación y neutralización: En paralelo al establecimiento de objetivos de reducción ‘en línea con la ciencia’ y a la consideración de las emisiones de alcance 3, otra de las acciones clave para alcanzar las cero emisiones netas consiste en desarrollar iniciativas y escalar tecnologías innovadoras para la mitigación y adaptación al cambio climático. Y, dentro, del desarrollo de acciones para la mitigación y adaptación al cambio climático, buscar las cero emisiones netas de carbono pone sobre la mesa la extrema importancia de las acciones para la compensación y la neutralización de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que las acciones de mitigación y adaptación ya no son tan válidas cuando hablamos de lograr las cero emisiones netas.

6.La exigencia del reporting climático La regulación en materia de reporting no financiero, y más concretamente, sobre cambio climático, ha experimentado un endurecimiento en los últimos años con el objetivo de avanzar desde un reporte voluntario hacia uno obligatorio que pueda convertirse en un elemento fundamental para aumentar el valor de las compañías y evidenciar el cumplimiento de los acuerdos asumidos a nivel internacional en materia de cambio climático.

En palabras de Ana Gómez, Manager del Grupo de Acción de Sostenibilidad y RSE en las Empresas Públicas: “Nuestro objetivo como Grupo de Acción es contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsando para ello la agenda de sostenibilidad en las empresas públicas españolas. Este año pondremos foco en seguir avanzando hacia la neutralidad climática en las empresas públicas y abordaremos los retos e implicaciones de la nueva Directiva de Informes de Sostenibilidad de la Unión Europea y de los futuros estándares de reporte. Desde Forética vemos cómo la integración de estos elementos supone una importante fuente de oportunidades a la hora de dar respuesta a las nuevas exigencias regulatorias comunitarias y de reducir posibles riesgos relacionados con la sostenibilidad, que tengan como consecuencia un impacto económico y reputacional en las organizaciones”.

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies