La emergencia climática ya está aquí y, para mitigar su impacto es preciso el compromiso de todos los sectores. En este escenario, muchas empresas manifiestan estar comprometidas en la lucha por detener la crisis medioambiental, empero, en muchos casos se trata solamente de declaraciones y de buenas intenciones, pero no de acciones reales y concretas. Según el análisis realizado en empresas que representan alrededor del 75% de los mercados bursátiles europeos, publicado recientemente por la organización sin ánimo de lucro CDP y la consultora de gestión global Oliver Wyman - un negocio de Marsh McLennan (NYSE: MMC), las empresas europeas están muy lejos de desarrollar planes creíbles de transición climática para alinearse con un futuro que limite el aumento de la temperatura a 1,5 ºC, positivo para la naturaleza.
El estudio advierte que las empresas europeas están tomando conciencia de la necesidad de tales planes, concretamente, se constata que cerca de la mitad (49%) afirma contar ya con un plan de transición climática para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Sin embargo, el estudio concluye que la mayoría de los planes carecen de ambición y transparencia en áreas clave necesarias para mostrar una actuación seria, como la gobernanza, la planificación financiera y la implicación y compromiso con la cadena de valor.
Uno de los datos más relevantes que se desprenden de la investigación es que menos del 5% de las empresas tiene un objetivo de reducción de emisiones alineado con el objetivo 1,5 ºC y publican información sobre la mayoría (dos tercios) de los indicadores clave que constatan la existencia de un plan de transición creíble.[1] Además, otro 30-45% de las empresas se consideran "en desarrollo", lo que significa que tienen objetivos de emisiones menos ambiciosos (acordes con el objetivo de 2 °C) y publican información sobre al menos la mitad de los indicadores.[2] La mayoría de las empresas mostraron un progreso "limitado".
Asimismo, el informe estima que hasta el 40% de toda la deuda corporativa pendiente de las empresas analizadas (1,8 billones de euros) financia actualmente a aquellas que no tienen objetivos claros ni pruebas de estar desarrollando planes de transición creíbles. El acceso a la financiación puede volverse más difícil a medida que los bancos traten de descarbonizar sus carteras para alcanzar objetivos de reducción a cero. Y como el clima no es más que una pequeña parte de un reto más amplio relacionado con la naturaleza, el informe también analizó las áreas de acción clave en materia de biodiversidad, deforestación y seguridad del agua. Sólo el 7% de las empresas declaró tener un objetivo firme de reducción de emisiones, consumo de agua y deforestación, mientras que el 39% declaró haber asumido un compromiso público en materia de biodiversidad. Otra importante conclusión a la que arriba la investigación es que falta incentivar a los directivos de las empresas para que alcancen objetivos: el 54% de las empresas vinculan ahora la remuneración de los directivos al clima, pero menos de un tercio lo hace en relación con el cambio climático, la deforestación y el agua.
Los resultados también son poco alentadores para el caso de nuestro país. El documento afirma que las empresas españolas obtienen peores resultados que la media europea, con sólo un 1% de empresas consideradas como "avanzadas" y otro 33% en "desarrollo". Aunque 9 de cada 10 tienen iniciativas para reducir las emisiones, el informe detecta claras lagunas en las medidas necesarias para la transición a una senda de 1,5 ºC. Por ejemplo, solo el 26 % evalúa en qué medida el gasto o los ingresos se alinean con los objetivos de 1,5 °C, y menos del 40 % incorpora las cuestiones climáticas en contactos con proveedores.
Finalmente, como dato más positivo, y antes de que entre en vigor en 2024 la histórica Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), el 71 % de las empresas que comunican datos sobre cambio climático, deforestación y seguridad del agua a CDP ya lo hacen en su informe anual de gestión para inversores. Sin embargo, en lo que respecta a la biodiversidad, este porcentaje se reduce a 1 de cada 4 empresas. Mientras tanto, se descubrió que aproximadamente una de cada cinco empresas contaba con una política de "buenas prácticas" para reducir el impacto sobre el agua, y el 29% para la no deforestación.
[1] Los 21 indicadores clave del cuestionario sobre cambio climático del CDP que denotan un plan de transición climática creíble pueden consultarse aquí.
[2] Se proporcionan intervalos para tener en cuenta el análisis de los objetivos de reducción de emisiones considerando sólo las emisiones de Alcance 1 y 2, o toda la cadena de valor de una empresa (Alcance 1-3). En cuanto al alcance 1-3, el 30% de las empresas están "en desarrollo" y el 65% están "limitadas".