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El estudio Global de Inversión 2022 “Sostenibilidad: el ritmo del cambio se acelera” publicado por Schroders recientemente advierte que la mayoría de los inversores españoles considera que invertir de forma sostenible no solo contribuye a impulsar la superación de algunos retos en materia de sostenibilidad, como el cambio climático, sino que también es clave para impulsar la rentabilidad a largo plazo. Además, la publicación afirma que prácticamente la totalidad de los inversores (94%), reconoce el atractivo de los fondos sostenibles, de los cuales el 50% los ven especialmente interesantes por su impacto medioambiental más amplio.

En las últimas décadas, la emergencia climática se ha hecho más palpable, desde las inundaciones y los incendios forestales hasta el aumento de las desigualdades sociales han puesto de manifiesto la necesidad de aplicar prácticas sostenibles de manera urgente para luchar contra la crisis ecológica actual. Los esfuerzos por dar una respuesta a estos desafíos han generado diversas oportunidades en cuanto a innovación, inversión y creación de valor, y los inversores las han aprovechado rápidamente. Y no solo para obtener rentabilidad; también para poner a su dinero al servicio del bien.

A la crisis medioambiental se le sumó luego la irrupción de la pandemia y, en 2022, han aparecido nuevos retos. La guerra de Rusia en Ucrania ha desembocado en una crisis energética que ha intensificado las actuales presiones inflacionarias. Las subidas de los tipos de interés y la amenaza de recesión global hacen que los inversores deban afrontar nuevos desafíos ineludibles. ¿Qué implica eso para la inversión sostenible a día de hoy y a qué factores dan prioridad los inversores? Para buscar posibles respuestas a este interrogante, Schroders encargó a alan. agency y a iResearch la realización de una encuesta independiente a través de internet en la que participaron 23.950 inversores de 33 localizaciones de todo el mundo, repartidos por toda Europa, Asia y América, entre el 18 de febrero y el 7 de abril de 2022.

Una de las principales conclusiones que se desprende de esta investigación es que la mayoría de los inversores españoles considera que invertir de forma sostenible no solo contribuye a impulsar la superación de algunos retos en materia de sostenibilidad, como el cambio climático, sino que también es clave para impulsar la rentabilidad a largo plazo.  Asimismo, más de dos tercios de los españoles (73%) creen que las inversiones sostenibles son la única forma de garantizar la rentabilidad de las carteras a largo plazo. De hecho, cuanto mayor es su conocimiento financiero, más confían en el potencial de rentabilidad a largo plazo de las inversiones sostenibles, ya que un 80% de los inversores que se consideran expertos así lo afirman frente al 58% de los que tienen conocimientos básicos. Además, prácticamente la totalidad de los inversores (94%), reconoce el atractivo de los fondos sostenibles, de los cuales el 50% los ven especialmente interesantes por su impacto medioambiental más amplio.

¿Por qué los inversores españoles se sienten atraídos por los fondos sostenibles?

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Los resultados del Estudio Global de Inversión 2022 apuntan a que aquellos inversores con más conocimientos han sido capaces de obviar este desafío a corto plazo y centrarse en el potencial de rentabilidad a largo plazo de los fondos sostenibles. Al analizar por qué los inversores no se sienten atraídos por los fondos sostenibles, existen notables diferencia en las respuestas de los inversores en función de su nivel de conocimientos de inversión (autodefinido).

Muestra de ese interés es que los fondos sostenibles ya forman una parte relevante de las estrategias de inversión de los españoles. De media, el 30,71% de las carteras de los inversores nacionales está en fondos sostenibles, en línea con las de los inversores europeos (30,62%) o los americanos (30,55%) y por encima de los asiáticos (28,23%). Además, en el caso de los inversores españoles que se autodefinen como expertos, este porcentaje aumenta hasta el 34%. Diversas cuestiones medioambientales y sociales ocupan los primeros puestos de la lista de prioridades de los inversores para hacer realidad el cambio corporativo.

Por último, la investigación buscó conocer los elementos centrales que impulsan a las y los españoles a la hora de aumentar sus inversiones sostenibles. Al respecto, se observa que, al considerar invertir en un fondo sostenible, más de la mitad (54%) de los españoles quieren un producto que se centre en la obtención de rentabilidades financieras y que, al mismo tiempo, integre factores de sostenibilidad. Además, se observa que el argumento más popular es la posibilidad de elegir inversiones que se ajusten a sus preferencias personales en materia de sostenibilidad (48%). Este factor está seguido de cerca por tener una mayor educación de calidad en inversión sostenible en general (44%).

El atractivo de la inversión sostenible es evidente y poderoso según los expertos. Pero aún quedan barreras que superar. Por ejemplo, las cuestiones relativas a la transparencia y a una terminología homogénea siguen siendo clave. Concretamente, el informe de Schroders afirma que más de la mitad de los inversores (el 51 %) considera la falta de transparencia e información sobre el impacto de los fondos sostenibles por parte de los proveedores como la principal barrera para invertir más en ellos. El temor que rodea a la transparencia también tiene que ver con la homogeneidad de las definiciones de sostenibilidad: el 45 % de los encuestados señala que la ausencia de definiciones claras y consensuadas supone un problema.

A modo de conclusión, el documento presenta las siguientes claves:

  • Mientras que el impacto medioambiental es la principal razón por la que a los inversores les resulta atractiva la inversión sostenible, también son muy conscientes del impacto positivo a nivel social que puede alcanzar. Al pedirles que indiquen objetivos concretos, las prioridades de los inversores reflejan un amplio espectro de factores sociales y medioambientales.
  • La rentabilidad sigue siendo un factor crucial, pero buena parte de los participantes en el estudio cree que las prácticas sostenibles están vinculadas a mayores tasas de rentabilidad y éxito a largo plazo.
  • Los inversores buscan las soluciones de inversión que mejor se adapten a sus requisitos. En el ámbito de la sostenibilidad, esto puede incluir fondos que se fijan como objetivo las prioridades y valores específicos de los inversores.
  • Aunque la inversión sostenible es ahora una forma de ahorrar ampliamente extendida y conocida, hay un claro deseo de más información. Esto engloba la mayor estandarización de la información que se ofrece, más transparencia en general y una mejor formación para los inversores de todos los niveles de conocimientos.

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