La crisis energética es preocupante en toda Europa. La invasión rusa en Ucrania no ha hecho más que exacerbar una crítica situación medioambiental vinculada al consumo energético en la región. En medio de este escenario, el pasado miércoles 13 de julio, en el marco de la revisión de la Directiva de Energías Renovables (DER), las y los parlamentarios votaron a favor de aumentar el porcentaje de energías renovables en el consumo final de energía de la UE hasta el 45% en los próximos diez años aproximadamente.
Concretamente, los eurodiputados duplicaron el número de proyectos transfronterizos para la expansión de la electricidad verde a dos proyectos por estado miembro. Los Estados miembros con mayor consumo anual de electricidad estarán obligados a adoptar un tercer proyecto para 2030. Los parlamentarios también insistieron en la transparencia de los componentes de la electricidad verde y en la simplificación del aumento del hidrógeno, incluyendo un sistema más sencillo para garantizar su origen.
Por su parte, el Comité también exige que los Estados miembros establezcan un objetivo indicativo para las tecnologías innovadoras de energías renovables de al menos el 5% de la nueva capacidad de energía renovable instalada. En el sector del transporte, el despliegue de las energías renovables debería conducir a una reducción del 16% de las emisiones de gases de efecto invernadero, mediante el uso de mayores cuotas de biocombustibles avanzados y una cuota más ambiciosa de combustibles renovables de origen no biológico, como el hidrógeno.
Ahorro de energía, el otro gran desafío
En sintonía con el impulso a las energías renovables, el pasado miércoles 10 de agosto, los eurodiputados respaldaron la revisión de la Directiva de Eficiencia Energética (DEE), la ley que establece los objetivos de ahorro energético en el consumo de energía primaria y final en la UE. Al respecto, elevaron el objetivo de la UE de reducir el consumo de energía primaria y final: Los Estados miembros deben garantizar colectivamente una reducción del consumo de energía de al menos un 40% para 2030 en el consumo de energía final y un 42,5% en el consumo de energía primaria en comparación con las previsiones de 2007. Esto corresponde a 740 y 960 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep) para el consumo de energía final y primaria, respectivamente. Los Estados miembros deben establecer contribuciones nacionales vinculantes para alcanzar estos objetivos. Asimismo, se espera que los objetivos se alcancen con medidas a nivel local, regional, nacional y europeo, en diferentes sectores -por ejemplo, administración pública, edificios, empresas, centros de datos.
Durante su intervención, Markus Pieper, eurodiputado principal de la directiva sobre energías renovables, expresó: "Sólo la expansión de las energías renovables significa una verdadera independencia. Nuestro voto demuestra un fuerte apoyo al aumento del objetivo del 45% para 2030. Al mismo tiempo, confirmamos la necesidad de una mayor cooperación transfronteriza para ampliar el despliegue de las energías renovables y pedimos una estrategia de importación diversificada para el hidrógeno. También hemos planteado los requisitos de sostenibilidad de la biomasa y los combustibles, al tiempo que mostramos las formas en que los materiales biogénicos pueden hacer una contribución económica real a la transición energética".