Tras los violentos enfrentamientos entre comunidades a principios de febrero en Agok y sus alrededores, en el Área Administrativa Especial de Abyei, los residentes huyeron hacia el norte, a la ciudad de Abyei, y al sur, al condado de Twic, en el estado de Warrap, en Sudán del Sur.
Después de huir de sus hogares hace más de dos meses, decenas de miles de personas siguen sin poder satisfacer sus necesidades básicas en el condado de Twic. A pesar de los repetidos llamamientos que la ONG Médicos Sin Fronteras realizó, la comunidad humanitaria en Sudán del Sur no ha conseguido aumentar la asistencia a las personas que en gran medida se han quedado sin alimentos, refugio y servicios de saneamiento. A pesar de las necesidades críticas, las organizaciones humanitarias no han respondido de forma rápida y adecuada; lo que ha resultado en unas pésimas condiciones de vida en los campos.
En las seis ubicaciones en el condado de Twic en las cuales la ONG está presente, hay alrededor de 33.000 personas desplazadas, la mayoría mujeres, niñas y niños. Gran parte de estas personas se han asentado a la intemperie, y muchas aún carecen de elementos básicos como refugio, alimentos y agua potable. “La situación en los campos para personas desplazadas es terrible. La población vive en refugios improvisados hechos de palos y telas. Los padres y madres están literalmente arrancando hojas de los árboles y cocinándolas para alimentar a sus hijos e hijas debido a la falta de alimentos”, dijo Susana Borges, coordinadora general de Médicos Sin Fronteras en Sudán del Sur. “Estamos haciendo todo lo posible para responder, pero se necesita más ayuda de otras organizaciones para hacer frente a la escalada de esta crisis”, concluyó.
“Las lluvias están a punto comenzar, y las personas tienen niñas y niños pequeños con ellos. Si llueve ahora, no tienen casas a donde ir”, explicó Atem, padre de dos niños pequeños que vive en el campo de para personas desplazadas de Gomgoi después de huir de su hogar en Agok. “La gente está sufriendo de verdad. Necesitan el apoyo de un refugio, necesitan apoyo con los alimentos”.
Parece muy poco probable que las personas vayan a regresar pronto a sus casas, por el temor a que haya más violencia. “He visto personas a las que les han disparado, personas inocentes, personas como yo. Ellos [los atacantes] saquearon mi casa y saquearon mi tienda”, continuó Atem. “¿Cómo puedo pensar en volver de nuevo? Es mejor para mí sufrir aquí”.
Las personas necesitarán apoyo continuo durante los próximos meses para garantizar condiciones de vida dignas y el suministro de alimentos y agua potable adecuados. La organización humanitaria renueva su pedido de ayuda y advierte que se necesita una acción humanitaria sostenida para socorrer a las personas que se están volviendo extremadamente vulnerables después de meses de abandono.
