El más reciente informe del Panel Intergurbernamental sobre Cambio Climático (IPCC) indica que las emisiones de carbono del periodo 2010-2019 fueron las más altas registradas en la historia y que todos los sectores económicos llevan su parte de responsabilidad. El estudio reitera que todos los países deben reducir sustancialmente el uso de combustibles fósiles, ampliar el acceso a la electricidad, mejorar la eficiencia energética y aumentar el uso de combustibles alternativos, como el hidrógeno.
La publicación atribuye gran parte del problema a las ciudades y considera muy preocupante que las reducciones de emisiones recuperadas en la última década hayan sido menores que los aumentos de emisiones, debido al aumento de los niveles de actividad global en la industria, el suministro de energía, el transporte, la agricultura y la construcción. Pese a este complejo panorama, los autores del informe insistieron en que todavía se puede reducir las emisiones de carbón a la mitad para 2030, por lo que instaron a los gobiernos a reforzar inmediatamente las acciones en ese sentido. Luego de la publicación del documento, Naciones Unidas ha identificado ocho conclusiones positivas en medio de la adversidad:
1.Los vehículos eléctricos están en auge: El uso de estos se está acelerando en todo el mundo. La utilización de electricidad baja en carbono está reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte terrestre. Según el científico Sudarmanto Budy Nugroho, miembro del Panel, las inversiones en infraestructura de transporte activo, combinadas con el despliegue de micromovilidad eléctrica, por ejemplo, los patinetes y bicicletas eléctricos, pueden contribuir aún más a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático destaca que el biocombustible sostenible puede ofrecer beneficios de mitigación adicionales en el transporte terrestre, a corto y mediano plazo. Muchas estrategias de mitigación en el sector del transporte tendrán varios beneficios colaterales, que incluyen mejoras en la calidad del aire, beneficios para la salud, acceso equitativo a los servicios de transporte, reducción de la congestión y reducción de la demanda de materiales.
2. El costo de las tecnologías de bajas emisiones está bajando: Según el informe, los costos unitarios de varias tecnologías de bajas emisiones han caído continuamente desde 2010.El costo de tecnologías clave como la energía solar, eólica y los vehículos eléctricos se ha reducido considerablemente. Esto nos puede ayudar a reducir mucho las emisiones. Existen opciones en todos los sectores para reducir las emisiones a la mitad, para 2030”, explica el autor Masahiro Sugiyama. Para ser más exactos, de 2010 a 2019, los costos de la energía solar han disminuido un 85 %, la energía eólica un 55 % y las baterías de iones de litio un 85 %.
3. Las Leyes de mitigación se están expandiendo: Los expertos del informe señalan con gran confianza que ha habido una expansión "consistente” de políticas y leyes que abordan la mitigación climática desde que publicaron su Quinto Informe de Evaluación en 2014. Para 2020, más del 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero estaban cubiertas por impuestos al carbono o sistemas de comercio de emisiones, aunque la cobertura y los precios han sido insuficientes para lograr reducciones profundas. Además, para 2020, había leyes climáticas “directas” enfocadas principalmente en reducciones en 56 países que cubren el 53% de las emisiones globales. En muchos países, las políticas han mejorado la eficiencia energética, reducido las tasas de deforestación y acelerado el despliegue de tecnología, lo que ha llevado a evitar, y en algunos casos reducir o eliminar, las emisiones.
4. Todavía es posible cambiar las emisiones industriales: Los expertos dicen que las emisiones netas de carbono cero del sector industrial, aunque desafiantes a una escala significativa, todavía son posibles. “La reducción de las emisiones de la industria implica una acción coordinada a lo largo de las cadenas de valor para promover todas las opciones de mitigación, incluida la gestión de la demanda, la eficiencia energética y de los materiales, los flujos circulares de materiales, así como las tecnologías de reducción y los cambios transformadores en los procesos de producción”, explica el informe. Para avanzar hacia las cero emisiones netas, las industrias pueden aprovechar los nuevos procesos de producción utilizando las energías renovables, el hidrógeno verde, los biocombustibles y el control de la gestión del carbono.
5. Las ciudades presentan una gran oportunidad para la acción climática: El informe subraya que las áreas urbanas brindan oportunidades clave para la mitigación del cambio climático. “Todas las ciudades pueden contribuir a un futuro de cero emisiones netas mediante la integración de sectores, estrategias e innovaciones, ya sean ciudades establecidas, en crecimiento o emergentes. La forma en que se siguen planificando las áreas urbanas, sus interacciones con el sistema energético y las demandas de materiales, determinan múltiples oportunidades con beneficios para las personas y el planeta”, explica el experto Siir Kilkis.
6. Se están desplegando medidas económicas: Estos molinos de viento en Rumania son parte de la “Estrategia Europa 2020”, un movimiento hacia una economía baja en carbono más ecológica y competitiva que hace un uso eficiente de los recursos y es resistente al riesgo climático. El informe señala que muchos instrumentos regulatorios y económicos ya se han implementado con éxito. Según los datos, los flujos financieros totales rastreados para la mitigación y adaptación climática aumentaron hasta un 60 % entre 2013-14 y 2019-20, pero el crecimiento promedio se ha desacelerado desde 2018. Estos flujos financieros, que permanecieron fuertemente enfocados en la mitigación, son desiguales y se han desarrollado de manera heterogénea entre regiones y sectores.
7. A las personas les importa y están comprometidas: Los autores del informe reconocen en su evaluación que muchos ciudadanos de todo el mundo se preocupan por la naturaleza y la protección del medio ambiente y están motivados para participar en la lucha por el clima. “Sin embargo, pueden enfrentar barreras para actuar, que pueden eliminarse mediante distintas medidas, por ejemplo, de la industria, las empresas y los gobiernos”, explica la científica Linda Steg. Agrega que muchos gobiernos actualmente están luchando con la cuestión de si la gente realmente apoyará algunos cambios radicales.
8. La eliminación de CO2 ahora es esencial para alcanzar nuestros objetivos, pero es complicado: El informe muestra que llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero requiere más que reducciones de emisiones e implica una opción llamada eliminación de dióxido de carbono (CDR). “Se trata de eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo en la tierra, en el subsuelo o en el océano”, explica el autor Masahiro Sugiyama. Los impactos, riesgos y beneficios de la implementación de esta técnica para los ecosistemas, la biodiversidad y las personas serán muy variables según el método, el contexto específico del sitio, la implementación y la escala. Sin embargo, la reforestación, la gestión forestal mejorada, el secuestro de carbono del suelo, la restauración de turberas y la gestión del carbono azul son ejemplos de métodos que pueden mejorar la biodiversidad y las funciones de los ecosistemas, el empleo y los medios de vida locales, según el contexto.