La emergencia climática ya está aquí y mitigar sus efectos depende del accionar y el compromiso tanto del sector público como privado. Las empresas son parte del problema, pero también son parte de la solución. Diversos estudios apuntan a que, de seguir con la tendencia actual, estaremos abocados a una temperatura de 2,7ºC, una cifra muy por encima de lo acordado en el Acuerdo de París. Para cambiar este rumbo, la Unión Europea y sus estados miembros se han comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55% de aquí a 2030. Un objetivo ambicioso que requiere la colaboración del sector empresarial, cada vez más comprometido con la lucha contra el cambio climático.
La neutralidad de emisiones ya no basta, el Acuerdo de París establece la necesidad de alcanzar el cero neto para el año 2050 como la última oportunidad de frenar el calentamiento global. La neutralidad climática significa que las emisiones que generemos se contrarrestarán absorbiendo una cantidad equivalente de la atmósfera, logrando un equilibrio entre lo que se emite y se capta. Por su parte, las estrategias de cero neto van más allá de la neutralidad, ya que tienen por objetivo reducir al mínimo la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y compensar las emisiones restantes. El objetivo final es lograr un impacto climático positivo: eliminar de la atmósfera más gases de efecto invernadero de los que emitimos para garantizar un medio ambiente seguro para las generaciones futuras.
Ante este panorama uno de los objetivos del programa Climate Ambition Accelerator del Pacto Mundial de las Naciones Unidas es ayudar a las empresas a fijar este tipo de objetivos. En un reciente comunicado, la entidad afirmó que, durante su primera edición, el 80% de las empresas consultadas se han comprometido con el cero neto o pretenden hacerlo dentro de los próximos 24 meses tras su paso por el programa. De ellas, el 7% se ha comprometido a alcanzarlo para 2025 o antes, el 15% para 2030 o antes y el 24% pretende hacerlo para 2050 o antes. Por su parte, el 33% restante aún no tienen un compromiso, pero pretenden fijarlo en los próximos 24 meses.
La gran acogida del ambicioso programa de aceleración Climate Ambition Accelerator en el tejido empresarial de nuestro país es celebrable. Éste ha contado en su primera edición con más de 450 empresas de todo el mundo. Entre ellas se encuentran 76 españolas, lo que posiciona al Pacto Mundial de Naciones Unidas España con la red local que cuenta con mayor número de participantes en la iniciativa. En concreto éstas son:
Con el objetivo de analizar en profundidad el desempeño de estas entidades en el programa, el Pacto Mundial de Naciones Unidas España ha llevado a cabo una encuesta al finalizar la primera edición del mismo. De sus resultados se desprende que la totalidad de las empresas que han pasado por el programa tienen un plan de reducción de emisiones o se han comprometido a realizarlo en los próximos 12 meses. La importancia de contar con una estrategia basada en los impactos y posibilidades reales de la organización es vital para formular unos objetivos cuantificables y coherentes de reducción de emisiones.
En este sentido, el 93% de los participantes consultados tienen un objetivo cuantificable de reducción de emisiones o pretenden realizarlo en los próximos 12 meses. Para el establecimiento de estos objetivos, el Pacto Mundial de Naciones Unidas recomienda a sus empresas adherirse a la iniciativa Science Based Targets (SBTi), referente en el establecimiento de metas de reducción de emisiones alineadas con la ciencia. Dentro de las empresas consultadas, el 76% están adheridas a SBTi o pretenden hacerlo en los próximos 24 meses.
Al respecto,Cristina Sánchez, directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas, expresó: “Una vez más, las empresas españolas han demostrado su compromiso con un futuro sostenible, en este caso, mediante su participación en este programa acelerador. Es un ejemplo del paso del compromiso a la acción que promulgamos desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas y que ayudará a impulsar los cambios necesarios en nuestro sistema económico para conseguir cumplir con el Acuerdo de París y la Agenda 2030”.
