Publicado el
En un contexto como es el actual, marcado por la desigualdad, la pobreza y la emergencia climática, la economía de impacto emerge como una solución alternativa. Se trata de una nueva forma de entender la economía que supera las estructuras tradicionales poniendo las dimensiones social y medioambiental al mismo nivel que el ámbito financiero. Y el impacto que este modelo genera es importante no sólo conocerlo, sino también medirlo. La Cátedra de Impacto Social de la Universidad de Comillas ha querido contribuir a esta causa reuniendo a 50 organizaciones que están vinculadas en mayor o menor medida al impacto social y ha desarrollado un informe a donde recopila las reflexiones y los acuerdos alcanzados, con el objetivo de ser un estímulo para hacer crecer el ecosistema y, además, hacerlo con una narrativa compartida y ampliamente extendida.
La medición de impacto, un paso hacia el contrato social

Las necesidades son lo que sobran en el mundo.  El modelo capitalista actual ha dado muestra de que ya no funciona. El expolio sin límite de los recursos naturales y la desigualdad social que este modelo económico trae consigo hace que sea inviable. Ante esto, en los últimos años han comenzado a surgir algunas alternativas, la economía de impacto es una de ellas. Se trata de un mercado joven que aún tiene mucho camino por recorrer, especialmente en España donde apenas cuenta con unos pocos años. Alcanzar todo su potencial pasa por generar una base sólida regida por unas normas estables y extensamente aceptadas por la gran multiplicidad de organizaciones que conforman el ecosistema.

Pero, antes que nada, ¿qué es el impacto? La ambigüedad, la falta de un lenguaje común y las inconsistencias entre las definiciones son los principales obstáculos que los miembros del Think Tank (TT) de la Cátedra de Impacto Social de la Universidad de Comillas han identificado. Lo que ha generado confusión sobre qué se puede categorizar como impacto social y ha impedido una comunicación fluida entre los distintos grupos que conforman el ecosistema. Para echar luz sobre este asunto, el informe titulado “Propuestas para la medición y gestión del impacto social. En búsqueda de un lenguaje común" ahonda en conceptos y terminología básica para construir un lenguaje común con el que poder cimentar la base del ecosistema. Asimismo, el documento recopila reflexiones de aproximadamente 50 organizaciones vinculadas al impacto social, en las cuales se han identificado las limitaciones y los escollos que se encuentran en el ejercicio de medir y gestionar el impacto al mismo tiempo que se han hecho propuestas concretas de cómo superarlos.

En este sentido, el documento explica que el impacto social y medioambiental son los cambios que experimentan, tanto las personas como el planeta, por causa de una actividad, proyecto, programa o política concreta y que afectan a las condiciones humanas en el largo plazo. Estos cambios pueden ser medibles, positivos o negativos, intencionados o no intencionados, tangibles o intangibles. El informe afirma que este se construye bajo el imperativo de amplificar la voz de aquellos a los que normalmente no se les da espacio para ser escuchados. Se trata de un modelo que permite transferir suficiente poder para brindar a las personas la oportunidad de contar sus historias sobre cómo han cambiado sus vidas y qué es importante para ellos y con todo ello configurar el valor final de la intervención.

La economía tradicional, al estar orientada hacia el retorno financiero, debe rendir cuentas casi exclusivamente a sus inversores y accionistas. Por el contrario, la economía de impacto exige, por su propia definición, tener una mirada más amplia y poner a todos los grupos de interés en el centro. Por consiguiente, este tipo de modelo económico alternativo genera impacto, entonces, ¿cómo medirlo? Siguiendo el mismo razonamiento que en el caso del concepto de “impacto social”, se ha considerado crucial en la investigación poder alcanzar una definición discutida y acordada de la medición y gestión del impacto (MGI) por todas las organizaciones del Think Tank respondiendo a la imperiosa necesidad de fomentar un lenguaje común que se pueda extrapolar al resto de las entidades del ecosistema. En este sentido, definición propuesta fue: “Es la identificación y cuantificación de métricas consensuadas con los grupos de interés que nos permiten medir los cambios que experimentan, tanto las personas como el planeta, por causa de una actividad, proyecto, programa o política concreta, y en qué medida el agente contribuye a dichos cambios. Con ello se produce un aprendizaje que debe guiar la actuación de la organización y que determina la gestión de la intervención.”

Los beneficios que trae la medición y gestión del impacto si se hace de manera sistemática y rigurosa son muchos y diversos. El informe los enumera y define:

1.Un paso hacia el contrato social: Medir es un ejercicio que implica integrar, en mayor o menor medida, la perspectiva de los grupos. Esto no solo implica un cambio cultural en la organización, sino que es un paso hacia el necesario contrato social entre la organización y los grupos de interés. Sólo cuando hay una implicación activa de dichos grupos en la actividad de la organización y sienten que sus opiniones y valoraciones son tenidas en cuenta se produce ese acuerdo tácito entre ambos.

2. Una mejora continua: una organización que base su gestión en los resultados de su medición estará enfocada en evaluar sus esfuerzos pasados y orientarse a la consecución de sus objetivos. Esto supondrá una mejora continua de la entidad que le permitirá planificar de manera más estratégica y operar con mayor información. Además, el conocimiento generado le permitirá llegar a nuevos grupos de interés y fomentar la motivación del personal de la organización ya que sentirán más vinculados a la organización.

3. Una mayor credibilidad y responsabilidad: la información que arrojen los indicadores puede ayudar a comprender mejor la eficacia de la organización midiendo las ineficiencias que se identifiquen y potenciando las áreas de mejora. Esto permitirá que las decisiones que se tomen estén basadas en datos objetivos y cuantificables anteponiendo el pragmatismo al idealismo.

4. Eficiencia en el uso de los recursos: una organización que se guía por unos objetivos, que los mide, los monitorea e incluso los verifica tendrá la información necesaria para saber cuán eficaz está siendo su gestión y como puede asignar recursos más eficientemente. Pero este mejor uso de los recursos también se evidenciará cuando la entidad tenga más capacidad para gestionar sus impactos y con ello mitigar los riesgos en los que pueda incurrir y reducir también su coste de capital.

5. Mejor disposición para recibir fondos: el capital social irá allá donde el impacto esté demostrado. Una organización que pueda probar los cambios que está generando está mejor posicionada para recibir fondos externos que otra que no lo puedan hacer.

6.Una economía social más robusta: de manera colectiva, las organizaciones que incorporen la MGI en su ADN permitirán que se tenga una mejor comprensión de los impactos agregados que se están generando en una zona geográfica específica. Gracias a ello, la economía social de dicha área se fortalecerá e incluso se podrán implementar medidas específicas para incentivar el impacto.

No caben dudas de que la economía de impacto y su consiguiente medición puede ser una herramienta fundamental para lograr transformaciones contundentes. El informe concluye que, para que todo esto ocurra, es vital seguir construyendo el ecosistema con la mirada puesta en el futuro, pero también aprendiendo de la trayectoria de otros. En este sentido, el Think Tank ha permitido conectar a organizaciones de orígenes, tamaños y sectores muy diversos, con un recorrido y un conocimiento del impacto social muy heterogéneo, pero unidos por impulsar esta nueva forma de entender la economía. De este modo, el documento busca ser una guía para todas las organizaciones que conforman el TT, pero además quiere ser un manual para todas aquellas que se quieren iniciar en el mundo del impacto.

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies