La desertificación es uno de los mayores problemas ambientales a escala global. El cambio climático ha agravado esta situación que afecta al 37% de la superficie terrestre del planeta y que tiene un impacto directo sobre 3.000 millones de personas. España no está exenta de esta situación. Diversas investigaciones afirman que al menos el 70% del territorio nacional podría verse afectado por la desertificación. Nuestro país cuenta con un 74% de zonas secas y con más de 9 millones de hectáreas catalogadas como zonas con riesgo alto o muy alto de desertificación.
Ante este preocupante escenario, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado la elaboración de un nuevo Programa Nacional contra la Desertificación. Se espera que esta hoja de ruta debe llevar a la aprobación de este documento en 2022. El desarrollo de este nuevo programa debe estar sólidamente basado en el conocimiento científico y facilitar la máxima participación y transparencia para que quede reflejado el conocimiento e interés de la sociedad, ha apuntado la vicepresidenta.
Cabe recordar que España aprobó en 2008 el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND), con el objetivo de determinar qué factores contribuyen a la desertificación, identificar las áreas en peligro, diseñar soluciones efectivas y hacer un seguimiento del problema. Este programa es el instrumento básico de aplicación de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en España, y se complementa con acciones como las recogidas en el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. Entre cuyas líneas de acción se encuentran el fomento de la prevención de la desertificación y la restauración de tierras degradadas, y la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, una herramienta clave para contribuir al objetivo de la restauración de al menos el 15% de los ecosistemas degradados.
Teresa Ribera ha expresado que “el objetivo del nuevo Programa de Acción Nacional contra la Desertificación es proporcionar una respuesta integrada a esta amenaza”. Para ello, se aprovecharán los más de 1.642 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia dedicados a la conservación de biodiversidad, restauración de ecosistemas y gestión forestal, ha apuntado la vicepresidenta, que también ha remarcado que este proyecto está en consonancia con la meta 15.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de avanzar hacia la neutralidad en la degradación de la tierra.