A un mes de que comience la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP26) en Glasgow (Reino Unido), se llevó a cabo la PreCOP26, un encuentro que reúne a ministros de medio ambiente, así como representantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y agentes de la sociedad civil, para discutir aspectos políticos clave de las negociaciones y profundizar en algunos de los temas que se tratarán en la COP26.
En esta ocasión, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, junto a la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, ha participado en la cumbre preparatoria y han defendido la necesidad de que la COP26 dé una respuesta política tanto a los objetivos de mitigación como de adaptación e impulse una financiación a favor de la adaptación.
Durante los dos días de sesiones, la vicepresidenta Ribera ha mantenido diferentes encuentros bilaterales, entre otros, con el enviado especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry, con quien abordó las perspectivas para la COP26 y la necesidad de avanzar en adaptación y en un sistema robusto de transparencia y de reporte que nos facilite saber dónde estamos y cumplir los compromisos, y con el presidente de la COP26, Alok Sharma, sobre los próximos pasos para conseguir una COP exitosa. Asimismo, Ribera participó en el plenario de los jóvenes, que reunió a casi 400 jóvenes de los 197 países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, donde escuchó sus propuestas para lograr una sociedad más justa, igualitaria y resiliente.
En un contexto de aumento de desastres naturales, la vicepresidenta ha explicado que es necesario “reforzar los mecanismos que permitan a los países responder a los desastres provocados por el cambio climático, al tiempo que se genera una respuesta para lograr sociedades mejor preparadas, fomentar la adaptación y construir resiliencia”, para lo que dijo ha encontrado el consenso de los delegados para integrar en la respuesta instrumentos que ahora están dispersos, como aquellos dedicados a la ayuda humanitaria o crisis migratorias.
Además, durante las reuniones se ha mostrado el respaldo a mantener y hacer viable el objetivo de París de procurar que el incremento de temperatura se mantenga dentro de los 1,5ºC y a reforzar los compromisos de París con otras acciones concretas, como explicitar el calendario para el abandono del carbón, y la participación de otros sectores como el transporte o el papel de los bosques como sumideros de carbono, que nos sirvan para avanzar en el objetivo.
Finalmente, Ribera ha recordado que el último informe del Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), publicado el pasado agosto, ha confirmado la aceleración del cambio climático y la urgencia de actuar para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5ºC, apuntando en uno de sus escenarios la posibilidad de superar el 1,5ºC en la próxima década si no se ponen en marcha políticas ambiciosas de aquí a 2030. En este sentido, sostuvo que: “el objetivo de neutralidad climática a 2050 debe ser compatible con acciones concretas y ambiciosas a corto plazo, esto es, a 2030”.