DKV considera que las empresas tienen una responsabilidad ante los ciudadanos y apuesta por ser un negocio responsable: la entidad aseguradora defiende que la necesidad de obtener beneficios económicos, a través de buenos productos y un buen servicio, es compatible con la búsqueda del beneficio social y medioambiental.
Siguiendo esta línea, la compañía en conjunto con la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME) han lanzado el programa “Conectándote Seguro”. Gracias a esta iniciativa ya han formado en materia de seguridad digital a más de 200 personas de colectivos en riesgo de exclusión social. El programa tiene como objetivo formar en seguridad digital para tratar de reducir la brecha digital, que tanto afecta y aísla a aquellos colectivos más vulnerables.
El programa ha consistido en realizar una serie de acciones formativas que se han materializado en 17 talleres desarrollados entre el 30 de noviembre de 2020 y el 19 de mayo de 2021. El temario de estos talleres ha contemplado desde conceptos de seguridad digital que deben conocer las personas usuarias hasta herramientas específicas de seguridad, con plataformas de telemedicina y aplicaciones sociosanitarias. Además, se han abordado temas importantes como son el uso de contraseñas, la navegación segura, los ciberataques, el phishing, los antivirus y todo lo relativo al uso de la telemedicina segura.
Esta primera edición de “Conectándote Seguro” ha contado con la participación de 33 voluntarios inscritos y 9 formadores de DKV, entre ellos empleados y otros grupos de interés, además de 14 entidades participantes. Todos ellos han atendido a 5 perfiles concretos de vulnerabilidad: menores en riesgo de exclusión, jóvenes en riesgo de exclusión, personas con discapacidad intelectual, personas con discapacidad severa y personas con problemas de salud mental. En cuanto al ámbito geográfico atendido ha sido Aragón, Galicia, País Vasco, La Rioja, Catalunya y Madrid
Por otra parte, además del cumplimiento de los objetivos marcados, ya que se ha formado a más de 200 personas, se ha conseguido un índice de satisfacción elevado tanto de los beneficiarios como de los voluntarios. En la encuesta realizada una vez finalizado el programa, las personas que han recibido la formación han valorado con una puntuación de 8,61 su satisfacción general con la iniciativa, mientras que los voluntarios la han calificado de 9,17.
Este proyecto es un claro ejemplo de inclusión, puesto que vivimos en un mundo interconectado en el que el aislamiento es un elemento clave de la exclusión; y la actual pandemia ha puesto de manifiesto que la brecha digital es enorme en muchos colectivos.
