El pasado mes de junio, UN Global Compact y CDP hicieron el informe “Taking the Temperature: Assessing and scaling-up climate ambition in the G7 business sector”. El documento analiza el estado de los principales índices bursátiles del G7 en relación a la trayectoria de 1,5°C o 2°C establecida en el Acuerdo de París. El mismo se realizó en base a una nueva investigación de la iniciativa Science Based Targets (SBTi), un organismo que permite a las empresas establecer objetivos ambiciosos de reducción de emisiones y revela que ninguno de los principales índices bursátiles del G7 se encuentra en la senda correcta. De hecho, concluye que cuatro de los siete índices se encuentran en trayectorias de temperatura peligrosas de 3°C o más.
Los resultados que proporciona la investigación no son nada alentadores. Las principales compañías del G7 se encuentran lejos de alcanzar las importantes metas climáticas propuestas en el Acuerdo de París. Es por esto, que los ministros de dichos países han instado recientemente a las empresas y los inversores a alinear sus carteras con los objetivos del Acuerdo de París y a establecer objetivos netos cero basados en la ciencia para 2050 a más tardar.
Los datos que se desprenden del estudio advierten que, la inversión pasiva representa actualmente alrededor del 40% de los fondos estadounidenses y el 20% de los europeos, pero se advierte a los inversores pasivos que solo el 19% de las empresas cotizadas en estos siete índices principales tienen objetivos climáticos alineados con el Acuerdo de París. Por su parte, el gobierno del Reino Unido tiene previsto reducir las emisiones en un 78% para 2035, de acuerdo con una trayectoria de 1,5°C. Resulta alentador que el SBTi descubra que 35 de las empresas del FTSE 100 ya se han comprometido a alinearse con 1,5°C. Sin embargo, a pesar de los significativos avances en la adopción de objetivos climáticos basados en la ciencia entre las empresas del FTSE, algunos de los mayores emisores aún no tienen objetivos climáticos ambiciosos, lo que se traduce en un índice global de temperatura de 3,1 °C.
Comparando estos países con España, según el Anuario de acción climática empresarial 2021 elaborado junto a ECODES, un 37% de las empresas españolas del IBEX 35 ya han establecido objetivos basados en ciencia alineados con la inicitiva Science Based Targets, por lo que las empresas del índice bursátil español tendrían una mejor participación en la iniciativa que las principales empresas de países como Estados Unidos, Italia, Canadá o Japón.
Ante este panorama adverso, el informe propone una serie de acciones climáticas urgentes que, para las instituciones financieras, los actores corporativos, los inversores y los gobiernos: En primer lugar, las empresas y los gobiernos deben colaborar para aprovechar el llamado “bucle de la ambición”, un ciclo de retroalimentación positiva en el que la acción del sector privado y las políticas gubernamentales se refuerzan mutuamente, como la reciente Orden Ejecutiva sobre el Riesgo Financiero Relacionado con el Clima del Gobierno de EE.UU., que introdujo el requisito de que los principales proveedores federales establezcan objetivos basados en la ciencia.
En segundo lugar, el informe sugiere que las empresas deben trabajar para descarbonizar las cadenas de suministro comprometiéndose con los proveedores. Asimismo, en tercer lugar, se propone que los inversores deben incluir objetivos basados en la ciencia en los bonos vinculados a la sostenibilidad y en las normas financieras sobre el clima.
Por último, el documento insta a las instituciones financieras deben tratar de crear un efecto dominó en todos los sectores de la economía mediante el establecimiento de objetivos basados en la ciencia a nivel de cartera y el compromiso con los activos subyacentes. Un ejemplo de ello es la campaña CDP Science-Based Targets, que coordina a las instituciones financieras mundiales para comprometer a las empresas de mayor impacto del mundo a establecer objetivos basados en la ciencia y alineados con 1,5 °C.