Así lo advierte la evaluación de las “Metas de Aichi” recientemente publicada en un informe. El mismo afirma que nuestro país no ha cumplido ninguna de las 20 Metas (M) de Aichi entre 2011 y 2020. Sólo dos objetivos están más cerca de su cumplimiento, pero no del todo. La evaluación afirma que aún queda un largo camino por recorrer ya que la situación es realmente preocupante. Si bien ha habido avances en la última década, estos no han sido suficientes. Ante este alarmante contexto, los expertos recomiendan actuar de forma clara y transparente en pos de la mejora de la biodiversidad para compensar estos años de retrasos, aún más en un escenario de grave emergencia climática como el actual.
España reprueba en protección de la biodiversidad

Las “Metas de Aichi” para la Diversidad Biológica conforman un conjunto de 20 metas agrupadas en torno a cinco Objetivos Estratégicos, que deberían haberse alcanzado en 2020. Estas forman parte del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, aprobado en 2010 en la 10ª reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Las mencionadas Metas trascienden la mera protección de la diversidad biológica y tratan aspectos del desarrollo sostenible. Abarcan diversos aspectos, desde la reducción de las presiones directas sobre la diversidad biológica y la integración de la naturaleza en los distintos sectores, hasta la promoción del uso sostenible y la participación de todos en los beneficios derivados de la utilización de la biodiversidad y los servicios eco sistémicos.

Recientemente y en medio de un momento muy especial marcado por la emergencia climática, el observatorio de la Sostenibilidad ha publicado un informe en el cual se realiza una evaluación de cuáles han sido los resultados que nuestro país ha obtenido. Lamentablemente, estos no son nada alentadores: ninguna meta se encuentra cumplida en su totalidad y solo 6 de las 19 presentan una tendencia positiva, pero con escaso grado de cumplimiento. Para evaluarlas se han identificado y indicadores cuantitativos y/o cualitativos, utilizando para ello fuentes muy diversas tanto estatales como internacionales.

El informe explica que España presenta un 30% de las especies endémicas del continente y es uno de los 25 puntos de mayor biodiversidad del mundo, pero persisten las amenazas por las infraestructuras, la construcción y el transporte. La biodiversidad de nuestro país está sufriendo un proceso de destrucción similar al que se está dando en el contexto mundial y europeo. Algunos de los principales problemas que identifica el documento es que persisten las amenazas por las infraestructuras, la agricultura y ganadería industriales, la construcción y el transporte. Este escasísimo nivel de cumplimiento de las metas no es comprensible, ya que han transcurrido los diez años del plazo establecido.

La investigación presenta datos nada positivos. Según esta, el litoral de España sigue siendo uno de los ecosistemas más amenazados y aunque se ha avanzado tímidamente en la protección de los ecosistemas marinos, no ha sucedido lo mismo con el sistema costero. Por un lado, se afirma que existe una fuerte presión antrópica sobre los ecosistemas litorales altamente vulnerables, y por otro, el abandono de mantenimiento y cuidado de agro sistemas de altísima importancia como las dehesas.

Asimismo, el documento denuncia que las instituciones encargadas no han sido capaces de alcanzar unos objetivos claramente establecidos, accesibles y cuantificables, cuyo propósito general es el de detener la perdida de la naturaleza. Nuestro es país es uno de los lugares con mayor biodiversidad, donde estos objetivos planteados en las metas de Aichi deberían haberse superado y, de esta manera, haber sido consecuentes con los compromisos adquiridos tanto a nivel institucional como a nivel personal. Lamentablemente, nada de esto ha ocurrido. Además, hay un grave problema de falta de información. Según los expertos, en España no existen, respecto a la biodiversidad, series relevantes cuantitativas y comparables. El último informe data de 2012 (inventario del patrimonio natural y biodiversidad) y en la mayoría de las ocasiones está en fase de construcción sin proporcionar series temporales comparables.

Es por esto, que, ante esta situación, el observatorio de la Sostenibilidad explica que actuar sobre las causas subyacentes es prioritario, e imprescindible, para frenar la destrucción de la biodiversidad. No existe ningún tipo de acción política para acabar con el actual modelo de producción y consumo, que está en el centro de las causas subyacentes. No se han integrado en el modelo las funciones y el valor de la biodiversidad, ni como sociedad estamos cerca de integrarlas. Aún tenemos una percepción limitada del valor de la naturaleza y de los procesos y servicios que generan. Para mitigar estos problemas, el informe concluye con las siguientes recomendaciones:

  1. Abordar las causas subyacentes de la destrucción de biodiversidad mediante la incorporación de la diversidad biológica en todos los
    ámbitos gubernamentales y de la sociedad.
  2. Reducir las presiones directas sobre la diversidad biológica y
    promover la utilización sostenible.
  3. Mejorar la situación de la diversidad biológica salvaguardando
    los ecosistemas, las especies y la diversidad genética.
  4. Aumentar los beneficios de la diversidad biológica y los
    procesos de los ecosistemas.
  5. Mejorar la aplicación a través de la planificación participativa,
    la gestión de los conocimientos y la creación de capacidad.

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