Según la Comisión Europea, el 10% de toda la comida que se desperdicia en Europa tiene que ver con el etiquetado de fecha de los alimentos y una de las causas principales es la confusión que aún hoy existe entre los consumidores a la hora de interpretar los distintos tipos de fechas. Y es que, según datos de la OCU, se calcula que 4 de cada 10 españoles no tiene clara la diferencia entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad. Para hacerle frente a esta problemática, Oxfam Intermón se une con la Quinoa Real Bio Tierra Madre, uno de sus productos de comercio justo, a la iniciativa ‘Mira, Huele, Prueba’ lanzada por Too Good To Go, la app que lucha contra el desperdicio de alimentos, para acabar con la confusión que generan las etiquetas de fechas de los alimentos en los consumidores y ayudar a frenar el desperdicio de comida.
Con la iniciativa ‘Mira, Huele, Prueba’ impulsada por Too Good To Go y a la que se ha unido Tierra Madre de Oxfam Intermón, ambas marcas quieren poner freno a esa confusión y recordar a los consumidores, que la fecha de consumo preferente indica el momento hasta el cual el alimento conserva la calidad organoléptica prevista y, una vez pasada esa fecha, el alimento puede haber cambiado ligeramente su textura o sabor, pero su consumo sigue siendo seguro. Para ello, Too Good To Go ha creado el distintivo ‘Mira, Huele, Prueba’. Se trata de una nueva etiqueta que se incorpora solo en los envases de los alimentos con fecha de consumo preferente para animar a los consumidores a utilizar sus sentidos antes de tirar un alimento con fecha de consumo preferente vencida. Con ello se recuerda al consumidor que, si el producto tiene buen aspecto, huele bien y tiene buen sabor, este se puede consumir y así se evitaría el desperdicio innecesario de mucha comida.
Así, Too Good To Go está reuniendo a grandes marcas del sector de la alimentación que ya están trabajando para incorporar este nuevo distintivo en sus productos. Es el caso de Oxfam Intermón, que, en línea a su compromiso en la lucha contra el desperdicio alimentario, incorpora la etiqueta ‘Mira, Huele, Prueba’ en uno de sus productos con fecha de consumo preferente: la Quinoa Real Bio Tierra Madre. ‘Mira, Huele, Prueba’ es una iniciativa global que Too Good To Go ya ha activado en otros países como Francia, Alemania, Reino Unido, Dinamarca, entre otros. Ahora acaba de lanzarla en España contando ya con el apoyo de 17 marcas nacionales para ayudar a los consumidores en la lucha contra el desperdicio. En palabras de Madalena Rugeroni, directora de Too Good To Go en España y Portugal, “es en los hogares donde más comida se desperdicia y buena parte de ello se debe a esa confusión sobre las fechas de los alimentos. El desperdicio alimentario es uno de los grandes problemas a resolver por parte de la sociedad actual y el momento de actuar es ahora. Por ese motivo lanzamos la campaña ‘Mira, Huele, Prueba’ y nos alegra contar con el compromiso de Oxfam Intermón en esta iniciativa porque sabemos que juntos vamos a poder inspirar a muchas personas y evitar el desperdicio de mucha comida.”
Silvia Benaiges, Directora de Public Engagement de Oxfam Intermón explica: “Nos hemos unido a esta nueva campaña porque compartimos los mismos valores. Pensamos que el consumo responsable que defendemos en Oxfam Intermón es totalmente coherente con la iniciativa Fechas con Sentido. Gracias a nuestra alianza con Too Good to Go contribuimos a generar más conciencia ciudadana y a sensibilizar tanto a través de la venta online como a en nuestras tiendas sobre el desperdicio de alimentos. En nuestro caso participamos en la campaña con la Quinoa Real Bio Tierra Madre de Oxfam Intermón, un producto que pasada su fecha de consumo preferente se puede consumir sin que entrañe riesgos para la salud. Cultivada en el altiplano Sur de Bolivia, a más de 3.600 metros de altura de forma biológica y sin utilizar agroquímicos, se trata de un alimento sano y saludable por excelencia. Además, elegir productos de Tierra Madre Oxfam Intermón como la Quinoa Real Bio no solo combate el desperdicio de alimentos, sino que se convierte en una decisión de consumo transformador. Al consumirlos, se contribuye a mejorar la vida de muchos pequeños productores en América Latina, Asia y África, que se unen en cooperativas o microempresas, trabajan sus tierras para obtener mejores ingresos y apoyar el desarrollo de su comunidad. Además, los productos cuentan con una cadena de suministro sostenible: cultivo tradicional y un procesamiento y comercialización sostenibles. Una parte de los beneficios que las familias productoras obtienen a través de las ventas se revierte en proyectos para la comunidad que conjuntamente deciden las familias productoras”.
