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En la mayoría de las grandes capitales del mundo la contaminación está alcanzando niveles inaceptables tanto para la salud humana como para la del planeta. Es por esto que detener la inminente crisis climática debería ser una de las prioridades de los Estados. Un informe publicado por el Foro Económico Mundial advierte sobre la urgencia de lograr cero emisiones de CO2 en las ciudades y propone una serie de recomendaciones para caminar en ese sentido.

Rascacielos en megalópolis, grandes centros comerciales, uso desmedido de la tecnología y el aire acondicionado consumen una gran cantidad de energía con alto contenido de CO2.  Todo esto hace que la emergencia climática sea cada vez más compleja de resolver. El informe de Foro Económico Mundial publicado en enero de 2021, bajo el nombre de “Ciudades con cero emisiones de carbono: Un enfoque integrado” advierte que, con la aceleración del cambio climático, necesitamos actuar en tres frentes.

En primer lugar, avanzar en el desarrollo de fuentes de energía renovables. En segundo lugar, necesitamos que los coches, el transporte público y la calefacción sean impulsados por la electricidad y en tercer lugar, necesitamos un sistema energético eficiente. Esto implica hacer que todo, desde las fábricas y los hogares para el transporte hasta los dispositivos de consumo personal, haga una utilización más eficiente de la energía. Para esto, la clave es la infraestructura de energía inteligente para lograr sistemas eficientes.

El estudio sostiene que la digitalización es fundamental para integrar los bienes y las acciones para que la des carbonización sea exitosa. En este sentido, los expertos del Foro Económico Mundial explican que deberíamos pensar en mejorar la forma en que el perfil de energía de edificios, casas, universidades, piscinas,etc. se complementan entre sí. Para lograr mayores y mejores resultados en la lucha contra el cambio climático las ciudades pueden utilizar las tecnologías digitales para integrar y conectar los bienes individuales en toda la zona urbana, diseñando y retroalimentando las ciudades para hacer más compacto y accesible todo el sistema energético.

La investigación explica que las grandes ciudades representan la mayor parte de nuestras emisiones de carbono y es a donde mayor cantidad de energía se gasta. Mientras que las ciudades cubren el 3% de la superficie terrestre de la Tierra, crean más del 70% de todas las emisiones de carbono principalmente proveniente de los edificios, la energía y el transporte. También consumen el 78% de la energía primaria del mundo. Actualmente, el 54% de todas las personas viven en ciudades que se prevé que aumente al 68% en 2050. A medida que la población crece, también lo hacen las nuevas construcciones, lo que resulta en un consumo de energía aún mayor y mayores emisiones de carbono también. Para mantener el aumento de la temperatura global a 1,5°C o por debajo, las ciudades tienen que alcanzar el cero neto a mediados de siglo y para hacerlo debemos darnos prisa.

El informe ofrece un marco global y recomienda un enfoque energético integrado, definiendo a la "eficiencia sistémica" como una solución a la actual crisis ambiental.  La eficiencia sistémica abarca la limpieza de la electrificación, la tecnología digital inteligente y eficiente en los edificios e infraestructura, junto con una economía circular y una apropiada protección del agua. La planificación y las tecnologías digitales que integran los edificios, la energía, el transporte y los sistemas de agua son centrales para alcanzar esta eficiencia sistémica.

Al adoptar un enfoque holístico, las ciudades tienen una oportunidad de aumentar su resistencia para soportar una gama de posibles futuros acontecimientos relacionados con el cambio climático y la salud. Esto permitirá a las ciudades replantearse la infraestructura y asegurar que seas más verdes, más inteligentes, resistentes, equitativas y eficientes.

El estudio concluye que, un enfoque integrado para la transición de las ciudades a la red para así lograr cero emisiones de carbono, necesita:

1. Aplicación de la eficiencia sistémica: En el futuro, las ciudades interesadas deberían centrarse en el aumento de la energía renovable y la electrificación del uso final de la energía, mientras se utiliza la digitalización para integrar sistemas,por ejemplo, mediante optimizando la demanda de energía para una mayor flexibilidad, acelerando la transición a la movilidad electrónica y descarbonizando la calefacción y la refrigeración. Deberían también centrarse en la reducción del consumo y del uso transporte, mediante prácticas de crecimiento inteligente con el objetivo de crear una forma urbana más sostenible

2. Colaboración en toda la cadena de valor de la ciudad: La cooperación público-privada entre varios sectores como los encargados de garantizar la infraestructura, propietarios de inmuebles y desarrolladores, gestores de la movilidad, equipo y proveedores de tecnología y servicios públicos, entre otros, crearán un sistema más integrado y optimizado si trabajan en conjunto. Los Estados debería crear mecanismos de política y financiación a nivel nacional debería apoyar estas oportunidades.

Finalmente, el documento propone que para acelerar el avance hacia las ciudades de con cero emisiones de carbono, se identificaron estas oportunidades como prioridades para permitir la eficiencia sistémica:

Mejorar la productividad energética

- Construyendo eficiencia: Fortalecer el apoyo a la inteligencia de eficiencia y proyectos de energía renovable, que se centren en los hogares de bajos ingresos, los barrios y propiedades comerciales.

- Aparatos inteligentes y eficientes: Aumentando el despliegue de  aparatos inteligentes y eficientes como el aire acondicionado.

- Baterías solares distribuidas y detrás del medidor: Combinando la energía solar distribuida con baterías de pequeña escala para acercar la generación a la demanda, reduciendo así pérdidas del sistema de transmisión y distribución.

Electrificación de vehículos personales, flotas y el transporte público

- Políticas y regulación: Zonas de aire limpio, mejora de las normas de emisión de los vehículos. Sinergias entre industrias, es decir, movilidad electrónica y empresas de servicios públicos invirtiendo en la infraestructura. 

Lograr una planificación urbana más integrada en materia energética no sólo es posible sino también urgente. Las tecnologías para lograr esa eficacia en todo el sistema ya existen, sólo falta la voluntad de efectivamente ponerlas en marcha. Las ciudades pueden aprovechar al máximo su potencial y reconocer que invertir para convertirse en ciudades más verdes y eficientes no sólo beneficia al medio ambiente, sino también al mercado de trabajo, la salud pública, el bienestar de comunidades, y la sostenibilidad de una zona urbana. 

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