Muchas veces los temas medioambientales se centran únicamente en aquellos vinculados a la contaminación o al calentamiento global dejando de lado otros igualmente importantes cómo es la biodiversidad de los suelos. Los organismos del suelo desempeñan una función esencial para impulsar la producción de alimentos, mejorar las dietas nutritivas, preservar la salud humana, recuperar los lugares contaminados y combatir el cambio climático. Sin embargo,su contribución permanece en su mayor parte subestimada, tal como señala un nuevo informe publicado el pasado sábado 12 de diciembre por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La investigación afirma que a pesar de que la pérdida de biodiversidad figura entre las principales preocupaciones mundiales, no se otorga a la biodiversidad subterránea la importancia que merece y su rol protagónico en el desarrollo sostenible. No debemos ignorar que los suelos son una de las principales reservas mundiales de biodiversidad y albergan más del 25 % de la diversidad biológica del planeta. Asimismo, más del 40 % de los organismos vivos en los ecosistemas terrestres están asociados a los suelos durante su ciclo biológico.
El informe explica que la variedad de vida subterránea comprende desde los genes y las especies hasta las comunidades que forman, así como los complejos ecológicos a los que contribuyen y a los que pertenecen, desde los microhábitats de los suelos hasta los paisajes. Estos incluyen una gran variedad de organismos, incluidas formas unicelulares y microscópicas e invertebrados tales como nematodos, lombrices, artrópodos y sus fases larvales, así como mamíferos, reptiles y anfibios que pasan una gran parte de su vida bajo tierra, y una amplia diversidad de algas y hongos.
El estudio demuestra de manera detallada que los microorganismos del suelo transforman los compuestos orgánicos e inorgánicos que liberan nutrientes de manera tal que las plantas pueden alimentarse. Estas transformaciones también son vitales para la filtración, la degradación y la inmovilización de los contaminantes en el agua y el suelo. Además, la diversidad de los suelos contribuye a mejorar el control, la prevención y la eliminación de plagas y patógenos. Pese a esto, la importante función de la biodiversidad del suelo para asegurar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios puede verse amenazada por las actividades humanas, el cambio climático y los desastres naturales.
Según el informe, el uso excesivo e indebido de productos químicos agrícolas sigue siendo uno de los principales factores de pérdida de biodiversidad y, por tanto, reduce su potencial para lograr una agricultura sostenible y una mayor seguridad alimentaria. La FAO asegura que las soluciones basadas en la naturaleza que implican el uso de microorganismos del suelo tienen un potencial considerable para mitigar el cambio climático y avanzar hacia el desarrollo sostenible. Los suelos desempeñan un papel clave en la fijación de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Una parte de las emisiones de dióxido de carbono producidas por actividades humanas puede ser absorbida por las plantas y almacenarse en los suelos gracias a la descomposición microbiana, lo que puede permitir la retención de carbono en el suelo durante períodos de tiempo prolongados.
La investigación también afirma que la biodiversidad del suelo respalda la salud humana, de forma tanto directa como indirecta, a través de la regulación de enfermedades y la producción de alimentos. Varias bacterias y hongos del suelo se utilizan tradicionalmente en la producción de salsa de soja, queso, vino y otros alimentos y bebidas fermentados. La relación entre las raíces de las plantas y la biodiversidad del suelo permite que las plantas produzcan sustancias químicas como los antioxidantes que las protegen de las plagas y otros factores de estrés.
Cuando los humanos consumen estas plantas, los antioxidantes estimulan el sistema inmunológico y contribuyen a la regulación hormonal. Los microorganismos del suelo también pueden ayudar a prevenir las enfermedades inflamatorias, entre ellas la alergia, el asma, las enfermedades autoinmunes, la enfermedad inflamatoria intestinal y la depresión.
Pese a la relevancia comprobada de la biodiversidad de los suelos, el informe indica que existe una falta de datos detallados, políticas y medidas sobre esta temática a nivel local, nacional, regional y mundial, y resalta la necesidad de promover el cambio necesario para incluir indicadores biológicos de la salud del suelo, junto con otros indicadores químicos y físicos. En este sentido, los expertos señalan que para comprender mejor las amenazas a la biodiversidad del suelo y aplicar políticas y reglamentos pertinentes, es crucial invertir en evaluaciones de la biodiversidad del suelo armonizadas en todo el mundo, normalizar los protocolos de muestreo y análisis para permitir la recolección de grandes conjuntos de datos comparables y promover la utilización de herramientas de seguimiento eficientes con vistas a registrar los cambios en la biodiversidad del suelo.
Finalmente, la publicación también subraya la necesidad de promover las tecnologías innovadoras en la gestión de suelos. Por ejemplo, las nuevas técnicas moleculares que utilizan la secuenciación molecular de próxima generación permiten una mejor comprensión de los organismos del suelo y los efectos que estos pueden tener en los sistemas de cultivo asociados.