Según el científico de datos del Banco Mundial, Vinny Ricciardi que ha basado sus conclusiones en los datos del Programa Conjunto de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estos aumentos de los usuarios de teléfonos móviles superan con creces el número de personas que usan como mínimo servicios de saneamiento básicos, que incluyen instalaciones sanitarias mejoradas que no se comparten con otros hogares.
En el año 2000, solo el 12% de la población mundial tenía suscripciones de teléfonos móviles. Pero en cuestión de 15 años, la situación cambia drásticamente en todas las regiones del mundo, llegando a un porcentaje de casi el 97%.
En 2015, alrededor del 70% de la población mundial usaba por lo menos servicios de saneamiento básicos, una tasa que solo aumentó en 10 puntos porcentuales en los últimos 15 años. Tener acceso a servicios de saneamiento es una condición inquebrantable para reducir las enfermedades diarreicas, además de disminuir significativamente los efectos adversos para la salud de otros trastornos que causan muerte y enfermedades a millones de niños.
La gráfica siguiente basada en los Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial muestra cómo a partir del año 2008, las suscripciones de télefonos móviles superan al uso básico de servicios de saneamiento.
Para obtener más información sobre las tendencias mundiales y regionales en materia de saneamiento, se puede consultar el Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2018.