En 2018, el bono verde de BBVA también alcanzó la cantidad de 1.000 millones, un valor por encima del estándar en este tipo de emisiones, de entre 500 y 750 millones de euros. En ese momento, fue el de mayor importe realizado por una entidad financiera de la eurozona.
La emisión realizada este año es de deuda senior no preferente, con un vencimiento de siete años, por un importe máximo de 1.000 millones de euros. Es el primer bono verde de 2019, la segunda emisión de este tipo de instrumento este año, tras la emitida por 1.000 millones de euros el pasado febrero y la cuarta emisión en lo que va de año. El precio inicial ha sido de ‘midswap’ más 120-125 puntos básicos, pero la elevada demanda ha permitido rebajarlo hasta ‘midswap’ más 103 puntos básicos. Los bancos colocadores de esta emisión han sido BBVA, Commerzbank, HSBC, ING, Natixis y UBS.
El libro registró cerca de 200 órdenes y ha sido de gran calidad, un 43% de los inversores proceden de Francia, un 18% de Alemania y Austria, un 13% de España, un 10% de Italia, un 5% de Reino Unido e Irlanda, un 4% de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, un 4% de Suiza, y un 3% de los países nórdicos. Según el perfil del inversor, el 60% son inversores socialmente responsables y el 67% son gestoras de activos, un 17% bancos, un 13% aseguradoras y fondos de pensiones, y un 3% otros inversores.
Esta emisión se enmarca dentro del plan de financiación del Grupo BBVA, que prevé emitir entre 2.500 y 3.500 millones de euros en deuda senior no preferente en el año, para seguir cumpliendo el requerimiento MREL. La entidad BBVA ya cumple con este requisito, publicado en mayo de 2018, y su estrategia es seguir refinanciando los vencimientos de deuda senior y cédulas mediante la emisión de pasivos admisibles por esta normativa.
¿Qué objetivo tiene un bono verde?
Con la emisión de este tipo de bono se pretende captar fondos para financiar proyectos que contribuyan a la sostenibilidad medioambiental, como las energías renovables, la eficiencia energética, la gestión de residuos, el tratamiento del agua o el acceso a necesidades esenciales y servicios, como vivienda o finanzas inclusivas. El resultado es que con la financiación del primer bono verde, BBVA ha conseguido reducir la huella de carbono en cerca de 275.000 toneladas en 2018.
El bono verde emitido este pasado miércoles forma parte de un marco de emisión de bonos sostenibles, vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Estas acciones responden a las demandas de los inversores interesados en luchar contra el cambio climático pero también forma parte de la estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible que se ha propuesto BBVA, con la que está presupuestado movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera, de 2018 a 2025.