Es la mejor representación de emprendedora millenial: comprometida, inconformista, emprendedora y aprendedora. Su sueño de ser médico para ayudar a los demás, que la había acompañado desde pequeña, se vio frustrado por algo tan banal como una nota de entrada. Sin embargo, la vida siempre acaba devolviéndote los anhelos en el formato que mejor encaja con tu esencia. Sólo hay que estar atento. Y encontró en Nepal su propósito, donde detectó una necesidad y una posibilidad, de nuevo, de ayudar. La solución llegó en forma de mochila hecha con cáñamo de cultivos locales, confeccionada en talleres de la zona.
Sólo dos años (con todas sus horas) y mucho esfuerzo después, Hemper cuenta con 12 personas en el equipo, dos talleres en Nepal y toda la cadena de valor resuelta de forma sostenible. Promete dar mucho que hablar.
N.P.: En cuanto a conocimientos para empezar un proyecto, ¿cuáles crees que serían?
G.G: Creo que dependerá mucho de la industria, pero en cualquier caso hay que tener conocimientos empresariales, aunque sea a nivel muy básico. Y habilidades que no se adquieren en ningún libro sino practicando, como son la capacidad de trabajar en equipo, ser capaz de contar tu proyecto y saber escuchar.
N.P.: ¿Hacia dónde crees que va el emprendimiento social?
G.G.: Creo que hasta ahora estamos viendo empresas que producen de forma responsable o en las que se ahorra un dinero para invertirlo en un proyecto social. Pero creo que todo va hacia un formato en el que todo esté integrado en el modelo de negocio. Es decir, que por el mero hecho de existir, la empresa esté generando un impacto positivo en su entorno. Lo que hay hasta ahora son los inicios, pero va a ir más allá. Tendemos a la medición del impacto, entender y cuantificar cuánto estamos generado o impactando de verdad, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. A veces se nos olvida a los emprendeedores sociales lo importante que es esto.
N.P.: ¿Crees que los jóvenes tienen más tendencia al emprendimiento social?
G.G.: Creo que sí más que antes, quiero creer sí, lo veo en mi entorno. Veo que la gente, dentro de sus propias empresas proponen iniciativas que buscan generar impacto ambiental o social.
N.P.: Si alguien quisiera empezar un proyecto social, ¿qué le recomendarías?
G.G.: Lo primero, identificar la misión, el problema, su misión de ser. Nosotros hemos pasado dos años intentando definir esto. Porque siempre hemos tenido muy claro nuestra misión, que es contribuir al impacto económico y social de Nepal, que es muy genérico pero lo tenemos muy interiorizado. Si no tienes muy claro quién es tu enemigo y cómo vas a acabar con él, pierdes mucho tiempo y recursos en temas que a lo mejor no están tan enfocados a tu objetivo.
Y luego, por supuesto, encontrar un buen equipo: es clave. La gente con la que compartes compromiso y ganas de acabar con este enemigo.
N.P.: ¿Cuáles son tus fuentes recurrentes de aprendizaje?
G.G.: Leer, sin duda. No sólo libros, sino artículos, blogs… Charlar con gente experta en los temas que me interesan y que pueden aconsejarme, contarme, orientarme. Y, desde luego, viajar: creo que viajar te abre los ojos, te ayuda a empatizar de verdad, a conocer la realidad desde el terreno, fundamental para cualquier proyecto social.
- Test para emprendedores con actitud
N.P.- Dime una iniciativa que admires.
G.G.- Me gusta mucho Veja, una marca de zapatillas deportivas que buscan generar impacto positivo en cada paso de su cadena de valor.
N.P.- Lo bueno y lo malo de emprender.
G.G.- La incertidumbre, es emocionante por un lado y por otro estresante.
N.P.- Si pudieras reinventarte, ¿que serías?
G.G.- Lo que soy ahora e ingeniera: admiro cómo tienen amueblada la cabeza los ingenieros.
N.P.- ¿Cuál es tu mayor talento?
G.G.- Creo que ser capaz de transmitir mi visión del mundo.
N.P.- ¿Y tu mayor hobby?
G.G.- Leer, esquiar y tomarme cervezas con gente interesante.
N.P.- ¿Cuál es tu propósito vital, tu aportación al mundo?
G.G.- Mi energía.
N.P.- ¿Tu héroe o heroína en la vida real?
G.G.- Montserrat del Pozo.
N.P.- Algo que no soportes...
G.G.- La indiferencia.
N.P.- Algo que te fascine:
G.G.- Aprender de la gente y hacer cosas/proyectos en equipo.
N.P.- Un País:
G.G.- Creo que me toca decir Nepal.
N.P.- Un ODS:
G.G.- Igualdad de oportunidades, el 10.
N.P.- ¿Cómo llevas los lunes?
G.G.- Mejor que los jueves, porque llego muerta.
N.P.- ¿Cuánto rato dedicas, a la semana, a aprender?
G.G.- Muchos, una hora al día mínimo.
N.P.- El libro con el que más hayas aprendido:
G.G.- “La vuelta al mundo de un forro polar rojo.”
N.P.- Termina estas 3 frases:
- ‘Si algo funciona…’ a por ello!
- Solo se va más rápido, pero en equipo: se llega más lejos y te lo pasas mejor.
- Yo solo no puedo cambiar el mundo, pero... si todos los que tenemos las mismas inquietudes nos ponemos manos a la obra, seguramente lo logremos.
N.P.- Por último, una frase que te defina:
G.G.- “Dejar el mundo mejor de lo que me lo he encontrado.”
Felicidades Gloria por tu energía, tu capacidad de aprendizaje constante y por haber sido capaz de llevar tu proyecto tan lejos en sólo dos años. Y gracias por inspirar a otros jóvenes a comprometerse de verdad con aquello en lo que creen.