Según ha explicado Jim Yong Kim, presidente del Grupo Banco Mundial: “Nos estamos esforzando por hacer más y con mayor rapidez en materia de cambio climático, y convocamos a la comunidad mundial a que haga lo propio. Buscamos que los países y las comunidades asuman la tarea de construir un futuro más seguro y más resiliente al cambio climático”.
del importe total, la mitad aproximadamente será financiación directa del Banco Mundial, a través del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Asociación Internacional de Fomento mientras que el resto será financiación directa combinada con la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), así como de capital privado movilizado por el Grupo Banco Mundial.
Según esta institución, una prioridad clave consiste en impulsar el apoyo a la adaptación al cambio climático, como reconocimiento de que en todo el mundo millones de personas ya se enfrentan a las graves consecuencias de fenómenos meteorológicos más extremos. Al incrementar la inversión directa para la adaptación hasta aproximadamente 50.000 millones de dólares en los ejercicios de 2021 a 2025, el Banco Mundial concederá por primera vez igual importancia a la adaptación que a las inversiones para la reducción de emisiones.
“Las personas están perdiendo la vida y los medios de subsistencia debido a los efectos desastrosos del cambio climático. Debemos luchar contra las causas, pero también adaptarnos a las consecuencias, que con frecuencia tienen efectos más drásticos para las personas más pobres del mundo”, declaró Kristalina Georgieva, directora general del Banco Mundial. “Por eso, en el Banco Mundial nos comprometemos a aumentar el financiamiento para el cambio climático hasta los 100.000 millones, la mitad de los cuales se destinarán a la construcción de viviendas, escuelas e infraestructuras mejor adaptadas, y a la inversión en agricultura climáticamente inteligente, la gestión sostenible del agua y redes de seguridad social que respondan a las necesidades de la población”.
La financiación garantizará que la adaptación se lleve a cabo de manera sistemática, para lo que el Banco Mundial desarrollará un nuevo método de calificación a fin de efectuar el seguimiento de los avances a nivel mundial e incentivarlos. Entre las iniciativas, se prevé el apoyo para lograr pronósticos más precisos, sistemas de alerta temprana y servicios de información climática para preparar mejor a 250 millones de personas de 30 países en desarrollo frente a los riesgos derivados del cambio climático. Además, las inversiones previstas crearán sistemas de protección social más sensibles al clima en 40 países y financiarán inversiones agrícolas inteligentes en otros 20.
“Hay literalmente billones de dólares en oportunidades para que el sector privado invierta en proyectos que ayuden a salvar el planeta”, afirmó Philippe Le Houérou, director ejecutivo de IFC. “Nuestro trabajo consiste en salir a buscar esas oportunidades de manera proactiva, utilizar nuestras herramientas de eliminación de riesgos y atraer la inversión privada. Haremos mucho más para ayudar a financiar la energía renovable, las construcciones ecológicas, la agroindustria inteligente con respecto al clima, el transporte urbano, el agua y la gestión de residuos urbanos”.
Las nuevas metas se basan en el Plan de Acción para el Clima de 2016 del Grupo Banco Mundial. En 2018, el Grupo aportó la suma de 20.500 millones de dólares para la lucha contra el cambio climático, duplicando así el financiamiento con respecto al año anterior al Acuerdo de París y cumpliendo su objetivo para 2020 dos años antes de lo previsto.