"Decidimos crear un sistema de Compras Responsables para poder garantizar entornos productivos sostenibles donde fuéramos capaces de garantizar una gestión basada en la responsabilidad medioambiental y social. Hemos puesto en marcha un sistema que se apoya en un Código de Conducta basado en BSCI, en auditorías externas independientes y en la colaboración con nuestros proveedores. Trabajamos bajo parámetros de mejora continua y cooperación con ellos", explica Victoria Sánchez, directora de RSC y Comunicación de Grupo Calvo.
El grupo acaba de publicar su Informe Anual 2017, en el que recoge su desempeño y los principales impactos asociados a su actividad. Este documento ha sido elaborado siguiendo el marco internacional de reporte GRI (Global Reporting Initiative) y resume los principales hitos de todas las áreas de actividad de la compañía en todas las geografías en las que desarrolla su negocio (España, Italia, Brasil, Argentina, Costa Rica, Guatemala y El Salvador).
Desde el plano de la operativa y la gestión del Grupo, destaca la implementación del sistema de gestión CES (Calvo Excellence System) basado en la mejora continua y en la optimización de procesos para alcanzar la máxima eficiencia en toda la organización. Este sistema está basado en la metodología kaizen (palabra de origen japonés en la que kai significa cambio, y zen para algo mejor. Aunque presenta un mayor grado de avance en fábricas, durante este año se ha iniciado su implementación en áreas no operativas con el objetivo de que a lo largo de 2018 toda la organización funcione bajo los parámetros del CES.
Otro proyecto importante puesto en marcha en 2017 ha sido el sistema de trazabilidad que permite al consumidor consultar el origen del atún que contiene cada lata.
Además, durante el año, se llevó a cabo un ejercicio para determinar qué Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) estaban más alineados con el negocio de la empresa y, por tanto, en cuáles tenía ésta mayor capacidad de influir. El resultado fue: Trabajo decente y crecimiento económico; Industria, innovación e infraestructura; Producción y consumo responsables; y Vida Submarina. "Cuando iniciamos la aproximación a los ODS analizamos en cuáles de ellos impactaba más nuestra actividad empresarial y decidimos qué era allí donde teníamos más capacidad de comprometernos a mejorar y a impulsarlos", subraya Victoria Sánchez.
Asimismo, durante el primer semestre del año los siete atuneros de Grupo Calvo lograron la certificación APR (Atún de Pesca Responsable) de AENOR, que contempla no solo aspectos medioambientales asociados a la pesca del atún, sino también sociales y laborales para proteger los derechos de las tripulaciones, de acuerdo a los principios de la Organización Internacional del Trabajo.
En 2017 también se revisó el Código de Ética, cuya nueva edición fue aprobada por el Consejo de Administración y que contempla, entre otras cosas, la creación de un canal de denuncias gestionado por un tercero independiente y accesible para todos los grupos de interés de la compañía. Y 2017 fue también el año donde Grupo Calvo recibió un reconocimiento a su trayectoria de más de 77 años con el Premio Emprendedor del Año de EY en la categoría de Empresa Familiar.
"Queremos continuar creciendo, pero de una manera responsable que permita garantizar nuestra actividad en el tiempo" afirman su presidente, Luciano Calvo, y Mané Calvo, consejero delegado, en la carta conjunta que encabeza el informe.
