La finalización de un proyecto de formación y que a partir de ahora tiene que ver con la inserción laboral. Un punto de partida, que me sitúa en la casilla de salida. Es importante que veáis así el momento en el que estáis ahora, para seguir creciendo como personas y llegar a una situación más estable en vuestras vidas gracias a un empleo”. Con estas palabras clausuraba Enrique González, gerente de Fundación Novaterra, el curso de Ayudante de cocina del programa “Puentes a la oportunidad”, llevado a cabo con la colaboración de Obra Social “la Caixa”.
“Para nosotros ha sido un placer recorrer este camino juntos. Pero la formación solo tiene sentido en un camino más amplio que es el empleo”, añadía González. Este programa, que se desarrolla desde hace 10 meses y en el que han participado 13 personas, ha tenido por objetivo mejorar la empleabilidad de estas personas para la consecución de un empleo. A través de distintas actividades, guiadas por la técnica de inserción Remedios Morales, los participantes en el programa ha adquirido habilidades sociales, comunicativas, y se han formado en la profesión de pinche de cocina con profesionales del gremio. Todo con un único objetivo, conseguir un empleo, una meta que ya han conseguido 5 del total de los estudiantes.
Los estudiantes han compartido con los asistentes a la clausura lo que este programa ha significado para ellos. Issa sentía gratitud por la oportunidad de participar en el proyecto y en este curso. “Me ha sido muy útil porque me ha salido trabajo en un restaurante nada más empezar a hacer el curso. Y he aprendido a seguir aprendiendo. Que es lo más importante. Estoy perfeccionando mucho la manera en la que cocinaba antes, a estructurar bien los platos”.
Héctor también se mostraba agradecido, sobre todo “a los profesores del curso y a las personas que habéis invitado a participar en él, como Ximo (Fendetutto Xef) o José Mª Baldo, del Restaurante Las Arenas, de los que he aprendido mucho”. “Ahora estoy en casa y cocino con ilusión, como me dijo Ricardo, el chef de Novaterra Catering, que había que hacer las cosas, con ilusión. Y ojalá algún día me llamaran de algún sitio. Es difícil ser alguien en el mundo de la cocina, pero ojalá algún día llegue a tener una estrella Michelin”, soñaba en voz alta este inquieto chico.
Lidia, la única mujer del curso, ha visto en él “un buen camino por el que poder seguir. Y ahora he visto que ha sido un gran camino. Veo las cosas de forma diferente, he mejorado mucho también en casa, y veo la cocina mucho más fácil de lo que imaginaba”.
Para terminar, el presidente de la entidad, Francisco Cobacho, ha hecho la tradicional entrega de diplomas a los estudiantes, y ha resaltado “que es una buena noticia escuchar que algunas personas ya habéis encontrado un trabajo, pero el resto hemos de seguir trabajando para que aparezca esa oportunidad, hay que seguir persiguiéndolo, y mejorar para poder incluso elegir donde querer trabajar”.
El presidente también ha destacado que “no sólo se trata de aprender a cocinar. Si no también de sentir que podéis hacer esas y otras muchas cosas sí os planteáis el reto. Es muy importante el ánimo con el que afrontéis los retos del futuro. Seguiréis contando con Novaterra para ayudaros en esta tarea”, ha concluido el presidente.