Nada más subir en la albuferenca - barca tradicional utilizada para transitar por estos humedales- Lucía Moreno, bióloga y miembro de Acció Ecologista-Agró nos pone en situación. Partimos del puerto de Catarroja, un pequeño enclave pesquero situado en uno de los canales de la Albufera de Valencia. Nos dirigimos al Tancat de la Pipa, hablamos de una de las zonas más tradicionales de este humedal, poco transitada por turistas, rodeada de carrizo y considerada de alto valor ecológico. Sobre nuestas cabezas moritos, garzas, y grarcillas migran hacia latitudes más calientes ante la llegada inminente del invierno a Europa.
Lucia, perfectamente pertrechada con su uniforme de guía, explica - con pasión - y apoyada de un sinnúmero de datos y anécdotas, que hablamos de un humedal de 40 hectáreas restaurado a partir de un antiguo arrozal en la orilla norte del lago que da nombre al Parque Natural de la Albufera. En él, SEO/BirdLife junto con Acció Ecologista-Agró, y con el apoyo de Coca-Cola, mantienen un acuerdo de custodia del territorio con la Confederación Hidrográfica del Júcar y llevan a cabo actuaciones de gestión de hábitats y seguimiento de avifauna.
Los llamados tancats de l’Albufera son zonas de arrozal, ganadas poco a poco a la laguna tras los históricos aterramientos llevados a cabo en los siglos XIX y XX. El término “tancat” significa “cerrado” en valenciano. Se explica porque el nivel de estos arrozales se encuentra por debajo del nivel de las aguas de la laguna, por lo tanto necesitan estar completamente aislados de las aguas de l’Albufera mediante altas motas (elevaciones del terreno). Si no lo estuvieran, el nivel de agua en los campos llegaría a igualar los niveles de l’Albufera, y permanecerían constantemente inundados. Así, todos los Tancats comparten un mismo sistema hídrico: el agua entra por gravedad, espontánea, y es desaguada por las turbinas localizadas en edificios blancos llamados “motores”. Cuenta la leyenda que este tancat "de la Pipa " se llama así por que su dueño regalaba Pipas de fumar a sus trabajadores para que no pararan de recolectar arroz cada cinco minutos para liarse un cigarrilo, y fumando en pipa, trabajaran más. Un visionario.
Y es en este entorno donde se ha realizado este proyecto de recuperación; caracterizado por convertir, mediante una técnica innovadora, un antiguo arrozal en varios humedales artificales que muestra cómo la colaboración entre tercer sector, instituciones públicas y una empresa produce resultados satisfactorios para todas las partes.
La iniciativa comenzó hace cinco años y para llevarla a cabo han participado, Acció Ecologista-Agró, Coca -Cola, SEO/Bird Life, la Confederación hidrográfica del Júcar (de cuya propiedad es El Tancat de la Pipa) y la Universidad de Valencia. Según Juan José Litrán, director de Relaciones Corporativas de Coca-Cola Iberia, esta forma de trabajar no es común en la sociedad española, puesto que aquí “una empresa colabora con dos ONG, una local y otra global, y representantes del gobierno regional con representantes del gobierno nacional”. Todas estas entidades alrededor de un fin común, “recuperar un espacio y ponerlo en valor a los ciudadanos”, detalla Litrán a Diario Responsable.
El programa de restauración ecológica tiene otro punto clave, la aplicación de una técnica innovadora; la plantación de un “filtro verde”. Concretamente, 11.000 plantones de 7 especies de macrófitos diferentes, financiados por la compañía de refrescos, que mejoran la calidad del agua favoreciendo el desarrollo de la vegetación sumergida y la recuperación de la vida del humedal. Esta compañía comenzó su participación en el proyecto en agosto de 2013 y desde entonces ha contribuido con el tratamiento de mil millones de litros de agua de los tres mil millones de litros que circulan anualmente por el Tancat de la Pipa.
Los benefiios del proyecto son tangibles en varias áreas como en la recuperación de aves. Con la reaparición de la vegetación sumergida ha aumentado la población de las especies que se alimentan de ella, sobre todo el pato colorado y la focha común. Según Mario Giménez, delegado de SEO/BirdLife en Valencia, que calificó el proyecto como "La Chispa del Tancat de la Pipa", haciendose eco de lo que ha supuesto la participacion Coca-Cola en el proyecto, señaló que algo más del 40% de las parejas reproductoras de toda L’Albufera anidan aquí.
Con los filtros verdes han reducido la concentración de algunos nutrientes, los sólidos suspendidos y el fitoplancton. Con un agua más limpia y transparente la vegetación sumergida ha vuelto a aparecer en las lagunas del Tancat de la Pipa. El proyecto tambien ha obtenido beneficios económicos para la zona, ya que desde 2009 más de 20.000 personas han visitado una de las zonas claves de la Albufera de Valencia. Además, se va a contar con un nuevo observatorio de aves para los humedales artificiales. El Tancat cuenta con dos observatorios en las lagunas y en los humedales artificiales. La empresa financiará también la instalación de un observatorio elevado junto a la senda peatonal.
