El Banco Mundial ha elaborado un manual con una serie de consejos prácticos para tratar de que las urbes funcionen bien para todas las personas ya que, hasta ahora, funcionan mejor para los hombres que para las mujeres.

El organismo afirma que hay seis áreas temáticas en el entorno urbano que, al combinarse con la desigualdad de género, limitan, incomodan e incluso ponen en peligro a las mujeres, niñas, y minorías sexuales y de género de todas las edades y capacidades. Son: 

  1. El acceso: utilizar los servicios y espacios públicos, sin limitaciones ni barreras.
  2. La movilidad: moverse por la ciudad de forma segura, fácil y asequible.
  3. La seguridad y la ausencia de violencia: estar libre de peligro real y percibido en los ámbitos público y privado.
  4. La salud y la higiene: llevar un estilo de vida activo sin riesgos para la salud en el entorno construido.
  5. La resiliencia climática: poder prepararse, responder y hacer frente a los efectos inmediatos y a largo plazo de un desastre.
  6. La seguridad de la tenencia: tener acceso a la tierra y la vivienda y ser propietarios de ellas para vivir, trabajar, y generar riqueza y capacidad de iniciativa.

Según recuerda el Banco Mundial, las mujeres ocupan solo el 10 % de los puestos más importantes en los principales estudios de arquitectura del mundo, y las ciudades se han planificado y diseñado, históricamente, para reflejar los roles de género tradicionales y la división del trabajo en función del género. Los hombres, las mujeres, las minorías de género y las personas con capacidades diferentes tienden a utilizar el espacio público de manera distinta: todas las personas tienen necesidades y rutinas diferentes cuando se trata de la manera en que acceden a la ciudad.

Desde esta institución señalan que, a menudo, los planificadores urbanos, los directores de proyectos y los profesionales no son conscientes de la importancia de priorizar las cuestiones de género en el proceso de diseño urbano y no disponen de los conocimientos o instrumentos específicos sobre el terreno para aplicar eficazmente estrategias con perspectiva de género.

Así, el Handbook for Gender-Inclusive Urban Planning and Design promueve una planificación y un diseño con perspectiva de género que incorpora activamente la voz de las mujeres, niñas, y minorías sexuales y de género. La publicación busca llenar el vacío evidente que existe entre las políticas y las prácticas, las intenciones y la acciones, mostrando por qué y cómo incorporar la inclusión de las cuestiones de género en la planificación y el diseño urbanos. En el manual se presentan enfoques prácticos, actividades y directrices de diseño que muestran maneras de implementar un proceso de diseño participativo e inclusivo en que se analizan las experiencias y los usos de la ciudad desde la perspectiva de toda la ciudadanía: mujeres, hombres, y minorías sexuales y de género y otras minorías.

También proporciona directrices de diseño claras y específicas para una serie de ámbitos de planificación, entre ellos la vivienda, el transporte público y la infraestructura de movilidad, otros servicios de infraestructura y los planes maestros de las ciudades.

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