Despierto una vez más en una ciudad que me es extrañamente familiar gracias al séptimo arte. Buenas y malas películas, todas ellas diferentes, como lo son los americanos. Como lo somos todos, al fin y al cabo.
Este pasado domingo volviendo en el metro de una terrible excursión con mi amiga Delia García al pueblo de Salem (donde las brujas), que no recomiendo por su falta de interés histórico, turístico o de cualquier otra índole, me paré a preguntarle al típico policía irlandés las indicaciones para llegar a Harvard y su respuesta fue la que aparece al principio de estas líneas. "To go to Harvard you have to study a lot and be very rich."