La pandemia ha exacerbado la desigualdad que sufren las personas con discapacidad. Las tasas de mortalidad son más altas, los estudiantes tienen poco acceso a la tecnología, los trabajadores son los primeros en perder el empleo y las mujeres corren mayor riesgo de abuso. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, llamó a los Estados a comprometerse con la causa y ser referentes de buenas prácticas.