El informe cuatrienal del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono confirma que la eliminación progresiva de casi todas las sustancias prohibidas que la dañaban consiguió proteger a este escudo protector del planeta. Se estima que, de mantenerse las políticas climáticas actuales, la capa de ozono podría recuperar los valores de 1980 aproximadamente hacia 2066 en la Antártida, en 2045 en el Ártico y alrededor de 2040 en el resto del mundo.