Sin embargo, casi el 75% de los directivos afirman no tener “capacidad para supervisar y medir” el rendimiento de la sostenibilidad en tiempo real. Para muchas empresas traducir este compromiso en acción puede resultar bastante complejo. Con frecuencia, los datos necesarios para medir y mejorar el rendimiento sostenible están dispersos entre diferentes sistemas y departamentos, y la recopilación de estos datos sigue siendo manual y es propensa a errores. Esta fragmentación dificulta la toma de decisiones en tiempo real y, en muchos casos, frena los avances hacia los objetivos de sostenibilidad. Es en este punto donde la inteligencia de procesos ofrece una solución efectiva y transformadora.
La inteligencia de procesos proporciona una visión integral de las operaciones empresariales, permitiendo a las organizaciones identificar ineficiencias, reducir desperdicios y optimizar el uso de recursos. A través de la recopilación de datos en tiempo real y el análisis de cada paso en los flujos de trabajo, esta tecnología ayuda a las empresas a tomar decisiones informadas y alineadas con sus metas de sostenibilidad. En sectores altamente emisores como la energía, los materiales y la movilidad, donde el Foro Económico Mundial estima que las soluciones digitales pueden reducir hasta un 20% de las emisiones globales para 2050, la inteligencia de procesos representa una herramienta esencial para reducir el impacto ambiental. Incluso en el corto plazo, estas industrias podrían disminuir sus emisiones hasta un 10% para 2030 con la adopción de tecnologías digitales.
Este potencial de reducción no solo beneficia al medio ambiente, sino que genera un valor tangible para las empresas, ya que optimizar recursos y minimizar residuos tiene un impacto directo en los costos operativos y en la eficiencia general. En este sentido, la Capa de Sostenibilidad de Celonis puede desempeñar un papel fundamental a la hora de ayudar a diferentes sectores a reducir su impacto ambiental y a cumplir con el creciente laberinto de la regulación de la sostenibilidad, como la CBAM, la CSDDD, la CSRD y la CCDAA.
La inteligencia de procesos, además, permite a las empresas integrar la sostenibilidad en su día a día sin comprometer el rendimiento empresarial. La automatización de tareas repetitivas y el análisis continuo de los procesos permiten detectar puntos de mejora que, una vez ajustados, optimizan tanto la eficiencia como el impacto ambiental. En lugar de depender de métricas aisladas o manuales, las organizaciones pueden contar con una supervisión precisa y constante de sus operaciones, que facilita el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y ofrece una ventaja competitiva en un mercado donde la eficiencia y el compromiso con el medio ambiente son cada vez más valorados por los consumidores.
La inteligencia de procesos se convierte no solo en un aliado para el medio ambiente, sino en una estrategia de crecimiento que responde a las demandas de un mundo cada vez más consciente y exigente. Impulsar la sostenibilidad mediante la inteligencia de procesos no es solo una oportunidad; es una necesidad para aquellas empresas que desean construir un futuro próspero y responsable.