Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible representa la hoja de ruta global para el desarrollo sostenible hasta el año 2030. Su adopción marca el sucesor de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que rigieron entre 2000 y 2015, estableciendo así una nueva orientación para los esfuerzos internacionales en esta materia. Conformada por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas específicas, la Agenda 2030 es un marco integral que abarca diversas áreas de desarrollo, desde la erradicación de la pobreza hasta la protección del medio ambiente. Esta agenda no solo es global en su alcance, sino que también requiere la atención y acción de todas las regiones, países y ciudades del mundo, subrayando la necesidad de un enfoque colaborativo y coordinado a nivel internacional para alcanzar sus objetivos.
Una gran ausencia en la misma, es la falta de un objetivo relacionado de forma directa con los derechos culturales. Durante los últimos años se han hecho diversas campañas para que sean tomados en cuenta, durante 2013-2015 se redactaron diversos documentos y de forma más reciente el movimiento liderado por el hashtag #culture2030global que busca reconocer la cultura como cuarto pilar del desarrollo sostenible.
La participación en la vida cultural es un derecho fundamental reconocido en el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Este derecho es garantizado por los estados y supervisado por la relatora especial de Naciones Unidas sobre derechos culturales desde 2009. Está intrínsecamente vinculado a libertades, limitaciones y responsabilidades, y juega un papel crucial en el desarrollo sostenible.
Como defensora de la integración cultural en los objetivos de desarrollo sostenible encontramos a Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), quienes destacan que todos los ODS tienen metas relacionadas con los derechos culturales, por ejemplo como el objetivo 04 “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” dado que es necesario la incorporación de conceptos culturales en las guías docentes de diversas asignaturas.
La UNESCO ha desempeñado un papel crucial al integrar la cultura en las conversaciones sobre desarrollo sostenible. Documentos como los Diálogos Post 2015 sobre Cultura y Desarrollo o el Informe Global sobre Cultura para el Desarrollo Urbano Sostenible han destacado su importancia, así como la de las industrias culturales, en el panorama del desarrollo sostenible.
En 2011, la UNESCO y la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas pusieron en marcha la campaña "Haz un gesto por la Diversidad y la Inclusión" con el objetivo de promover acciones concretas a favor de la diversidad tanto a nivel individual como organizacional en todo el mundo. Posteriormente, en 2015, la Segunda Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad la resolución sobre Cultura y Desarrollo Sostenible A/C.2/70/L.59. Esta resolución reconoce la contribución de la cultura a las tres dimensiones del desarrollo sostenible: reconociendo la diversidad del mundo más allá de lo natural y lo cultural, reafirmando que las culturas y civilizaciones pueden ser impulsores del desarrollo sostenible, y destacando su papel como factores habilitadores cruciales.
Como evidencian estos actos e informes, cada vez más países reconocen el potencial transformador de la acción cultural. Esta puede contribuir significativamente a la erradicación de la pobreza, al fomentar espacios inclusivos que promuevan la igualdad de género y la integración de personas en situación de vulnerabilidad o colectivos marginados. Además, la cultura puede impulsar un crecimiento económico desde perspectivas innovadoras, apoyando el desarrollo de industrias creativas.
Por lo que respecta a el ámbito nacional, el Consejo Nacional de las Artes y la Cultura de Cataluña (CoNCA 2020) publicó un estudio que evidencia una clara tendencia hacia la evaluación de la viabilidad ambiental, económica y social de las propuestas artísticas y culturales en Cataluña. La autora del estudio, Laura Pando dice lo siguiente;
“(…) la comunidad cultural y artística se encuentra en una posición privilegiada para democratizar esta transición y empujar los márgenes de nuestras nociones individuales y colectivas, así como encarnar la transformación a que nos enfrentamos…» pero hacerlo implica también hacer un cambio interno: «…introducir modelos de producción artística que minimicen los impactos medioambientales y creen mecanismos de regeneración social y ecológica que refuercen y validen esta acción creativa y cultural.”
La sostenibilidad ha sido tradicionalmente definida como un modelo de gestión de los recursos ambientales, sociales y económicos, con el objetivo de salvaguardar las necesidades de las generaciones futuras sin ponerlas en riesgo. Es por ello que es importantepreservar la cultural vía derechos culturales para preversarla para generaciones futuras, sin que caiga en el olvido. La inclusión de los derechos culturales como un nuevo objetivo de desarrollo sostenible está siendo muy solicitado durante los últimos años.
Fuentes:
https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2021-11-08/cultura-cual-es-su-papel-en-la-consecucion-de-la-agenda-2030.html
https://revistaidees.cat/es/la-cultura-en-la-agenda-2030/
https://www.un.org/es/observances/cultural-diversity-day
https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2021-11-08/cultura-cual-es-su-papel-en-la-consecucion-de-la-agenda-2030.html
https://dame1minutode.org/el-objetivo-de-desarrollo-sostenible-no18/
https://www.agenda21culture.net/sites/default/files/culturaods_web_es.pdf
https://www.jstor.org/stable/j.ctv2s0j6nj
https://www.uclg-culturesummit2023.org/es/inicio/
https://hoy.com.do/la-oei-busca-garantizar-los-derechos-culturales/
https://culture2030goal.net/our-strategy
https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2021-11-08/cultura-cual-es-su-papel-en-la-consecucion-de-la-agenda-2030.html
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