Para empezar, en cuanto a la política deportiva de la UE, la institución que se encarga del progreso y el funcionamiento de las políticas de este ámbito es la Comisión Europea, y específicamente el departamento de Dirección General de Juventud, Deporte, Educación y Cultura (DG EAC). En la Unión Europea, se considera que el deporte tiene un papel fundamental, no solo en la salud de la población, sino también en la cohesión e integración social. De modo que, hay ciertas acciones y objetivos por los valores propios del deporte en la sociedad, entre los cuales se pueden destacar; el fomento de la capacidad inclusiva y de integración de la sociedad europea mediante el deporte, además de erradicar cualquier tipo de racismo y establecer igualdad a través de dicha actividad.
Asimismo, los directores políticos, los profesionales del campo de la educación y los expertos de los diversos estados miembros intervienen directa y periódicamente con el fin de dar respuesta y abordar mediante el deporte los desafíos en este ámbito. Así pues, existen iniciativas tales como el Foro Deportivo de la UE o los #BeInclusive EU Sport Awards cuyo objetivo principal es, por una parte, fomentar la participación ciudadana, sin importar diferencias raciales, de género, procedencia o capacidades. Y a su vez, incrementar la inclusión de los grupos más desamparados, vulnerables y marginales de la sociedad. Además, estos valores deportivos van de la mano de la buena gobernabilidad con el desempeño del fundamento de inclusividad.
Frente a la actual crisis migratoria, el deporte también puede hacerse valer para una mejor integración e inclusión de los inmigrantes o personas refugiadas en la sociedad europea. En efecto, cada vez son más los estados miembros que crean y desarrollan proyectos deportivos de este tipo, centrados en el apoyo a la inclusión social de estas personas. Conforme al Informe final a la DG Educación y Cultura de la Comisión Europea publicado en 2016 sobre buenas prácticas relativas a la inclusión social de los inmigrantes a través del deporte observamos que se han ido llevando a cabo proyectos en diferentes países.
Podemos nombrar algunos como, por ejemplo: el proyecto “Sport Union Tirol - Le Debut” en Austria dirigido específicamente a mujeres y niñas con diferentes antecedentes, fomentando la inclusión de grupos específicos generalmente inactivos y alejados de los deportes a través de actividades deportivas divertidas y que están a la moda. O el proyecto FEFA (Football - Etudes - Familles - Anderlecht) en la ciudad de Anderlecht (Bélgica), el cual utiliza el fútbol como enlace para la participación de los jóvenes en otras actividades. Siendo los tres elementos base el fútbol, la escuela y la familia, mediante este proyecto se demuestra cómo se pueden combinar los deportes con otras estructuras de apoyo para tratar los problemas sociales que experimentan tanto los adolescentes como sus familias. Entre muchos otros proyectos llevados a cabo por toda Europa.
Desde que tengo uso de razón, he considerado el deporte como una parte esencial del día a día, ya sea en el colegio, a nivel de competición, como hobby, entre muchas otras maneras de realizar esta actividad. Desde mi punto de vista, el hecho de tener la opción de hacer deporte es apasionante y nos hace conseguir o reforzar valores que son cruciales, como el respeto, el esfuerzo y el compañerismo. La cultura deportiva crea un nexo social, por lo que se podría decir que el deporte forja sociedades más inclusivas, en las que la diferencia (económica, de género, procedencia, raza, religión, etc.) queda atrás estableciéndose una especie de identidad propia.
En fin, con respeto a la migración, la presente crisis de los refugiados muestra uno de los mayores desafíos para la Unión Europea. La integración en las sociedades de los diferentes países de la Unión Europea es la clave para la creación de espacios diversos. Por este motivo, pienso que el deporte ofrece un útil muy preciado para favorecer este proceso, aunque no puede verse como la cura para todos los problemas. Los proyectos pueden hacer uso del deporte como conexión para atraer a las personas a participar proporcionando efectos en la educación. O de otro modo, el deporte también puede reconocerse como el recurso a través del cual se enseñan ciertas habilidades como el idioma, el trabajo en equipo o la confianza. Sin olvidar el refuerzo psicológico que añade el deporte a vidas frágiles, desterradas, dolidas, instaladas en una pérdida continua, en el constante miedo provocado por la ausencia de un camino de libertades por el que transitar.
Afortunadamente, la UE y la mayoría de los países miembros están llevando a cabo cada vez más innovaciones a través de iniciativas y proyectos en el mundo del deporte, con el fin de fomentar la inclusión. Sin embargo ¿Son estas iniciativas de la UE suficiente para romper con las barreras sociales que impugnan el escenario político de ciertos países?
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