Si la educación artística es considerada desde una perspectiva transversal, no solo desde la perspectiva de técnicas plásticas o musicales, contribuye al progreso del aprendizaje y las competencias tanto del profesorado como del alumnado. Además, influye al desarrollo socioemocional de los estudiantes, lo que mejora su capacidad de reflexión.
Desde el punto de vista académico, lo artístico siempre se ha entendido como sin utilidad práctica, como “inútil”, pero lo que hay que entender es que el arte es necesario, no útil. El arte nos conecta a las personas. De este modo, en la actualidad hay una necesidad de la cultura y la educación artística, para formalizar el acceso a la creatividad, ya que la educación artística es un proceso de desarrollo tanto de competencias como personal.
Pero ante esta situación, la cuestión que se plantea es ¿Por qué unas asignaturas tienen un derecho educativo permanente mientras que otras no lo tienen?
Motivos que convierten a la Educación Artística en necesidad
En primer lugar, las declaraciones y convenciones internacionales buscan garantizar el derecho a la educación además de que las niñas y los niños tengan oportunidades para un desarrollo pleno. De hecho, la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales llevada a cabo en 2022 presentó la cultura como bien público y destacó la importancia de potenciar las sinergias entre cultura y educación, reconociendo así la necesidad de una educación adaptada al contexto. Convertir la educación artística en una parte importante y obligatoria del programa educativo de todas las escuelas, museos e instituciones culturales es esencial para el cumplimiento de estos derechos.
De acuerdo con el Marco de la Unesco sobre el futuro de la educación, hay que poner énfasis en la urgencia de incorporar la educación artística en los sistemas escolares con determinación para enfrentar los grandes desafíos actuales. Una educación adaptada que incluya la valoración de la diversidad cultural, el multilingüismo y la educación artística, de igual manera como el patrimonio cultural, la historia y los conocimientos tradicionales.
Asimismo, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) presentó hace poco La educación artística da un paso al frente, un informe que defiende la educación artística como un derecho educativo. Como bien considera esta organización, la educación artística debe estar presente de forma clara en toda la enseñanza, especialmente en las etapas infantil, primaria y secundaria, que son la base de la formación de los seres humanos. Además, expresando que es imprescindible abordar los grandes desafíos educativos en Iberoamérica mediante la creación de herramientas de innovación que fomenten la inclusión de la educación artística. De este modo, dicho dosier plantea cinco áreas principales para mejorar la educación artística y cultural en el ámbito educativo: Primero, se destaca que el Estado debe comprometerse públicamente con el derecho humano fundamental a la educación artística. Después, el desarrollo de habilidades, la formación de educadores en el ámbito artístico, desarrollando indicadores para evaluar las competencias creativas, artísticas y culturales. Y finalmente, establecer alianzas en el ámbito educativo y cultural.
Por último, el Libro Blanco, realizado por diversas organizaciones de docentes de educación artística mediante el cual se observa que las horas lectivas dedicadas a la materia varían significativamente entre las diferentes comunidades autónomas o incluso en otros países. Algunos ejemplos que se podrían destacar son las sesiones por ley en Educación Primaria de 110 en Portugal, 744 en Francia y Bélgica, 836 en Finlandia o 481 en Alemania. En nuestro país, la ley no lo requiere y la responsabilidad recae en las comunidades autónomas, lo que provoca grandes disparidades territoriales, desde Murcia (185 sesiones anuales) hasta Canarias (777 sesiones anuales).
Como podemos observar, tanto a nivel global como nacional hay iniciativas y marcos que muestran y tratan de transmitir la importancia de lo artístico para el desarrollo de las personas. Haciendo especial énfasis en el papel de la educación artística en las escuelas como un derecho educativo, que debe de ser permanente como lo son otras asignaturas tales como las matemáticas o la lengua española. Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el sistema se ha basado en la memorización a través de las materias troncales, la ciencia y la lengua, y ha dejado lo artístico como temporal y cambiante, sin un nivel de obligatoriedad que ha catalogado a la educación artística como de ineficaz, dando a entender que esta no tiene una utilidad práctica para el conocimiento ni para la vida.
Considero que lo previamente dicho es uno de los mayores errores que se han producido en la educación ya que lo artístico nos enseña a ser creativos, a descubrir el mundo desde otros parámetros, porque la creatividad es necesaria para la subsistencia emocional de las personas. También para desarrollar nuestra intuición, para aprender a escuchar y a observar, y sobre todo para fomentar el pensamiento crítico, es decir, la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos. A mi parecer, hoy en día necesitamos un sistema que reconozca e incluya lo artístico como es debido, con el fin de formar personas con una base educativa multidisciplinar que sean capaces de mostrar sensibilidad en cualquier contexto. Individuos con amplios conocimientos e intuición que puedan llegar a crear respuestas creativas ante la vida.
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