El objetivo numero 5 de los famosos ODS refiere a la igualdad de género. Se propone así: “Empoderar a las mujeres y promover la igualdad de género es fundamental para acelerar el desarrollo sostenible. Si España quiere efectivamente cumplir este objetivo debe avanzar en muchos aspectos, la economía es uno de ellos. La brecha salarial constituye el principal motivo de inequidad e ineficiencia en el desarrollo profesional de las mujeres. El informe “closingap” revela, entre otros datos, que el impacto económico de la brecha de género en el empleo supera los 201.913 millones de euros, equivalentes al 16,8% del PIB español de 2018.
El estudio de ClosinGap pone de relieve las principales causas de la brecha de género en el empleo, como son la interrupción laboral por embarazo o lactancia, que repercute en las condiciones laborales de la mujer y genera una brecha difícil de superar. Las diferencias de género en la elección de estudios y profesiones, que siguen todavía muy arraigadas en la sociedad, la incorporación tardía de la mujer al mercado laboral por motivos históricos, junto a la falsa corresponsabilidad en los roles familiares y domésticos, y otras barreras de índole social y cultural, conforman el difícil escenario al que se enfrenta la mujer en el terreno laboral. Las tareas de cuidados no pagas de las cuales se hacen cargo las mujeres también repercuten en estos resultados.
Manuel Martín Espada, socio responsable de Mercados de PwC y miembro del Board de ClosinGap expresó que: “Las conclusiones ponen de manifiesto la necesidad de que se produzca un cambio en el empleo para asegurar la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. Solo así podremos aprovechar todo el talento femenino y reducir el enorme impacto que esta brecha genera para el conjunto del país”.
El informe aborda con datos cuantificables el impacto económico que tiene para toda la sociedad española el hecho de que las mujeres no cuenten con las mismas oportunidades que sus pares varones. Además de proporcionar datos objetivos, propone líneas de acción tendientes a revertir esta injusta situación. Algunos de los resultados más alarmantes que proporcionó el informe fueron: las mujeres cobran al año un 21,9% menos con una diferencia negativa de 5.784€. As u vez, solo un 8% de los cargos de presidencia y un 9% de alta dirección están ocupados por mujeres. Por otro lado, y relacionado al uso del tiempo, las mujeres trabajan 5,3 M de horas menos al año que los hombres y dedican 2.46 horas más al día al hogar y a la familia Si la tasa de empleo de la mujer se igualase a la del hombre, aumentaría la producción y supondría la creación de 2,3 millones de puestos.
Si bien desde los años 70 en adelante ha habido una progresiva incorporación de las mujeres en el ámbito laboral, esto no se refleja en igualdad de condiciones y mucho menos de oportunidades. Esto provoca un profundo impacto en la economía, que es resultado de la infrarrepresentación que sufre la mujer en el mercado laboral, a pesar de que hay un 5,4% más de mujeres que hombres en edad de trabajar. En términos de empleabilidad, la brecha de ocupación alcanzó los 12 puntos en 2018 con una relación de 10 mujeres ocupadas por cada 12 hombres. Y a nivel de desempleo, la diferencia se situó en 3,3 puntos porcentuales. En relación con la brecha salarial, las mujeres cobran 5.784€ al año menos que los hombres. Esta diferencia tiene un coste de oportunidad de 49.502 millones de euros, equivalentes al 4,2% del PIB español de 2017.
La formación universitaria resulta un factor central a tener en cuenta para reducir la brecha de género en el emplo. Sobre este punto, el informe demuestra que las mujeres cuentan con más estudios superiores y están más afectadas por la sobrecualificación. En España, la proporción de mujeres de entre 25 y 64 años con estudios superiores es mayor a la de los hombres con una diferencia de 5,2 puntos porcentuales. A pesar de esto, siguen existiendo diferencias significativas por género en la elección del campo de estudio. Por cada hombre con formación universitaria que trabaja en puestos de menor rango, hay 1.12 mujeres. El informe pone de manifiesto cómo el desequilibrio sectorial, tan arraigado en nuestra sociedad, sigue alimentando la disparidad de géneros en el mercado laboral. Esta situación provoca que las mujeres estén más presentes en profesiones con salarios tradicionalmente más bajos, y vinculados muchas veces a tareas de cuidados, aumentando, a su vez, la brecha salarial.
Las tareas de cuidados realizadas por mujeres fue uno de los ejes analizados por el informe, sobre esto: el informe destaca que más mujeres que hombres trabajan a tiempo parcial para cuidar de niños o mayores. La jornada parcial es más frecuente entre las mujeres, que tienen que optar por reducir su horario para dedicarse al cuidado de niños o mayores. La brecha está presente también puertas adentro en el hogar. Las mujeres dedican 2 horas más al día al hogar y 46 minutos más al cuidado de los hijos que los hombres. El informe de ClosinGap muestra la distribución desigual del tiempo remunerado y no remunerado y sus efectos negativos en la trayectoria profesional de las mujeres, con la consiguiente repercusión en salario y pensión. Las mujeres en España trabajan 5.3000 millones de horas menos al año que los hombres, es decir, un 28% menos, fruto de una tasa de participación laboral menor y a más contratos a tiempo parcial. Al día, ellas dedican 2 horas más que ellos al hogar y 46 minutos más al cuidado de los hijos. El estudio cuantifica también a la brecha en el hogar: por cada hombre inactivo por dedicarse a tareas en casa, hay casi 9 mujeres en la misma situación.
Finalmente, la Brecha salarial sigue liderando la punta: las mujeres cobraron un 21,9% menos que los hombres en 2017. En la brecha salarial, cuantificada en cerca de 5.800€ en salario anual y en 2,2€ menos la hora en términos de horas trabajadas, la edad juega un papel determinante. A mayor edad, más se agudiza la diferencia, que asciende al 22,5% en el grupo de 55 a 64 años. En ese sentido, la menor brecha entre los grupos más jóvenes es un indicio esperanzador que indica un patrón positivo de cara a los próximos años. Además de la diferencia en los salarios también la hay en los puestos de responsabilidad e incidencia. Tan solo un 8% de los cargos de presidencia y un 9% de las posiciones de alta dirección están ocupados por mujeres, cifras que evidencian el techo de cristal existente en España, a pesar de que hay más mujeres que hombres con estudios superiores. Un claro ejemplo es la baja representación femenina en los consejos de empresas del IBEX 35 (26%), cifra que coloca al país a gran distancia de otros países europeos.
De este modo, el informe evidencia el retraso en términos de igualdad en materia de economía en el país. El informe propone cuatro líneas principales de actuación para reducir la brecha de género, estas son: apostar por la igualdad de oportunidades en el empleo; avanzar en concienciación social a través de la educación y la cultura; impulsar la conciliación y fomentar la igualdad retributiva. Hay un largo camino por hacer y es urgente y necesario impulsar transformaciones reales que vayan más allá de lo discursivo y tan atractivo de los tan afamados ODS.