Hablar de Agenda 2030 o de ODS es moneda corriente en muchos países como el nuestro. Sin embargo, en otras latitudes, a donde el hambre y la pobreza abundan, pensar en el desarrollo sostenible no es más que una utopía. Un informe publicado por diversos organismos internacionales advierte que el acceso universal a la energía sostenible, indispensable para luchar contra la emergencia climática, es impensado para algunos países a donde la desigualdad impera. Aunque más de mil millones de personas obtuvieron acceso a la electricidad a nivel mundial a lo largo de la última década, el documento sostiene que, tras la pandemia, 30 millones de personas no puedan afrontar el costo de los servicios básicos de energía.