Publicado el
En un escenario nada imaginario costará ver quién no estará metido en el negocio de la energía debido principalmente a dos factores, como es la entrada masiva de nuevos competidores en la categoría de la mano de las energías alternativas y la creciente autosuficiencia energética a nivel colectivo y personal.

 

 

Los cambios pueden ser tan profundos que no vamos a creérnoslos. La era de la sostenibilidad va a traer una radical transformación de la categoría energética hasta el punto de que nos va a ser difícil saber quiénes están jugando realmente en ese mercado.

 

Dos factores hay que tener en cuenta de un cambio copernicano; diversificación y autosuficiencia.

 

En el terreno de de la diversificación, el negocio de la energía ya no estará cerrado a cuatro palabras clave: petróleo, gas, carbón, nuclear. Estamos acostumbrados a un manojo de compañías que han dominado el mercado. Sus nombres están en la mente de todos. Conforme las energías renovables irán adquiriendo protagonismo en la producción de energía, nuevas compañías de diferentes flancos tendrán un rol que cumplir. Empresas del sector agrícola entrarán en el negocio de la energía produciendo biofueles y biocombustibles de diversa generación. La energía solar está atrayendo a importantes empresas químicas  (BASF, Du Pont, 3M) que se están concentrando en el desarrollo de células solares. Las compañías electrónicas como Fujitsu, Sanyo, Siemens están también en este sector haciendo células solares, componentes para turbinas de viento, etc. Lo mismo podemos decir de las compañías que están en las tecnologías de la información. Conforme nuestras casas, oficinas, empresas se vuelven más inteligentes y la energía se controla por flujos de información y caminamos hacia una sociedad domotizada se requieren conmutadores, routers, microprocesadores, redes de computadoras… A todo este conjunto heteróclito de empresas, hay que sumar pequeñas empresas y start ups que están generando innovación de este vasto mundo de la generación de energía a partir de cualquier cosa  (algas, enzimas, residuos…)

 

El otro factor al que hemos hecho referencia, la autosuficiencia, no es menos importante en su potencialidad para transformar radicalmente el mercado de la energía. Tal como en la Web 2.0, donde el usuario es consumidor y productor al mismo tiempo, el consumidor de energía va a ser simultáneamente productor de energía. Los edificios inteligentes capaces de generar más energía de la que producen, los paneles solares en las viviendas de acuerdo a la nueva normativa de la construcción, la capacidad de las nuevas energías para convertirse en recursos propios y particulares… van a suponer toda una revolución de la categoría. Como señalaba Joel Makower, llegará un momento en que la pregunta que nos hagamos sea "Who´s not in the energy business?"

 

Tomas Camarero

Director de Foco, boutique estratégica

tcamarero@focoestrategias.com

 

En este artículo se habla de:
Opinión

¡Comparte este contenido en redes!

 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies