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Algo estaremos haciendo bien cuando mi hijo de 8 años, es el que promueve en casa el reciclaje, la reutilización o entiende perfectamente que el sol y el viento son nuestra mejor fuente de suministro de esta vida “cómoda” que la sociedad de bienestar ha creado. En anteriores Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la educación ambiental era una de las principales premisas.

La COP26 sirvió para ya por fin tomar medidas de emergencia y reconocerlo, sin embargo, parece que este año nos hemos dado cuenta de que ya es tarde… y el verdadero problema es que nos hemos dado cuenta, no porque lo razonemos, sino porque estamos viviendo el año con mayor variabilidad climática de las últimas décadas. Hemos pasado tener zonas donde han tenido grandes nevadas, a grietas en el suelo por falta de agua en el subsuelo.

¿Y porque es tarde? Sinceramente, la falta de concienciación social a tiempo, nos ha llevado a este abismo, difícil de tapar. Y no solo es un punto de educación ambiental a nuestros hijos, sino también de comunicación a la sociedad. 

Un ejemplo claro, pueden ser las medidas en cuanto a movilidad urbana; toda acción que se ha intentado adoptar para favorecer la reducción de emisiones de CO2 en las grandes ciudades han sido mermadas o puestas en duda, siempre en modo político y no en el modo mejora de la sociedad futura. Sin embargo la sociedad no ha sido capaz de posicionarse en una opinión clara, porque parece que lo “ecológico” es caro y solo al alcance de unos pocos.

Pero por otro lado, no dejamos de hacer los mismos mensajes que hace décadas ya llevamos haciendo como el uso de transporte público, la concienciación del ahorro de agua o luz, las energías alternativas… así es, pero ¿por qué es caro? Un coche diésel hace 7 años era más caro que un coche gasolina, y sin embargo se vendían muchos más coches diésel, aún sabiendo que eran más contaminantes y además pocos compradores sacaban el rendimiento de kilometraje para que saliera más rentable ¿quién sabía que era más contaminante? A la sociedad no se lo habíamos explicado, del todo bien.

¿Puede ser entonces que no estemos dando mensajes correctos de nuevo? La movilidad eléctrica y la reducción de vehículos de combustión en los núcleos urbanos es una necesidad urgente tan básica como el reciclaje, pero nos queda un gran reto y es la comunicación positiva a la sociedad y dejar de pensar que esto solo depende de unos pocos o de los de arriba.

Por otro lado, las soluciones a medio camino o las verdades a medias, tampoco son válidas ya y necesitamos medidas urgentes. La COP27 tiene que servir para unificar medidas políticas, da igual de qué lado venga, solo hay que ponerse de acuerdo en mirar hacia adelante y necesitamos medidas ya. Dejen ya la riña política que no nos lleva a nada. No es tan difícil cuando desde todos ámbitos lógicos, somos conscientes de lo que está pasando

Siempre va a haber un “pero”… Si miramos el sector de logística siempre decimos que no hay una única solución buena, y es así, solo intentamos buscar la solución que menos inconvenientes tiene, y es por eso que el “no” a una propuesta de reducción de emisiones en ciudades, nunca puede ser válido; hay que buscar una alternativa. Todas las posibles soluciones a alguien le incomodaran pero la realidad de la inacción inmediata en la que vivimos, ya es una realidad que ya nos incomoda a una mayoría suficiente para tener en cuenta.

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OpiniónCOP27

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