Un valor fundamental en el mundo de la gestión de activos es la pasión. Llevo unos 16 años en este sector y creo que ser un apasionado de tu trabajo te ayuda a darlo todo cada día, a actuar rápido y con convicción, a transmitir confianza y seguridad en cada cosa que haces, a empatizar con los clientes, con sus objetivos y sus necesidades. Otros valores que considero importantes son el trabajo en equipo, la transparencia y crear un buen ambiente de trabajo donde se escucha y se respeta las opiniones de todos, algo imprescindible para poder desarrollar nuestras cualidades.
Creo que, como en todo, hombres y mujeres somos diferentes, y en cada cosa tenemos unas cualidades más desarrolladas que otras. Creo que las competencias de los hombres y mujeres líderes son similares, pero se desarrollan con más sensibilidad por parte de las mujeres. En el papel de líder la mujer es capaz de mostrar mayor empatía, un gran compromiso y una comunicación asertiva.
En mi trayectoria profesional he tenido varios directores y una única directora. Ella me enseñó muchas cosas, y aún lo sigue haciendo, pues mantenemos el contacto. Hoy mismo hemos tenido una charla motivacional en la que me ha reafirmado muchas de mis cualidades y me ha recordado la importancia de relativizar las cosas. En el plano personal, considero que mi madre es mi gran referente, una gran luchadora que me ha transmitido valores como el respeto, la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la solidaridad.
Mi percepción es que en los últimos años estamos viendo un claro compromiso por parte de las empresas para alcanzar una representación femenina significativa en puestos directivos, el compromiso de reducir a cero la brecha salarial o la incorporación de un mayor número de mujeres en sectores históricamente “masculinizados”, lo cual es un gran avance para alcanzar ese cambio necesario en el mercado laboral