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Si hace dos años le hubiéramos dicho a un emprendedor que en su matriz de riesgo debía poner que uno de ellos podría ser una pandemia no hubiera salido de su asombro, sin embargo hoy, ésta es la realidad que estamos viviendo.

Una de las consecuencias provocada por la Covid19 es la paralización que se produjo al inicio y la ralentización posterior de la economía, con ello la escasez de empleo, el cierre de negocios, la desigualdad de la población…esto afecta directamente a los emprendedores, ya que no solo llevan la dificultad y el riesgo de emprender sino que a esto se añade una mochila llena de limitaciones, restricciones, miedo a acudir a espacios cerrados…

Ante esta situación los colectivos vulnerables, en muchos casos, todavía lo son más, ya que la desigualdad se incrementa inevitablemente si no se establecen ayudas o herramientas que les hagan salir de ese escenario. Uno de esos colectivos son los jóvenes. Con el tiempo vemos que las nuevas generaciones están más preparadas, pero la recompensa que obtienen del mercado no es en muchos casos equiparable a su formación y esfuerzo realizado.

Aunque mayoritariamente nuestra cultura es el trabajo por cuenta ajena poco a poco son más los que optan por emprender como alternativa real de trabajo. Los jóvenes son esa parte de la población que empiezan a acudir a entidades donde les ayudan a estudiar la viabilidad de su idea de negocio. Sus motivaciones suelen ser comunes: querer ser su propio jefe, poner en marcha la idea que siempre les ha rondado la cabeza, obtener una rentabilidad financiera mayor que por cuenta ajena y por supuesto la flexibilidad de horarios.

Estamos muy a la cola de otros países europeos en emprendimiento juvenil, pero comenzamos con buenos pasos, por eso es muy importante la sensibilización desde el aula. Las píldoras de emprendimiento que se imparten en los institutos sirven para sensibilizar, motivar y establecer las bases y el conocimiento de que emprender es una opción totalmente válida de trabajo. El desconocimiento de esta información hace que este canal de inserción se vea muy complicado y distante.

De ahí lo fundamental de apoyar el emprendimiento desde todas las vías posibles, y por parte de entidades tanto públicas, como privadas. Pero no solo hay que acompañarles en el análisis de la viabilidad de la idea de negocio, sino que también darles apoyo en la parte de la financiación. No todos los posibles emprendedores tienen un capital propio para emprender, esto en casos de población de vulnerabilidad puede ser uno de los hándicaps que les haga desistir de su idea. Hoy en día hay entidades o alternativas para pedir financiación con requerimientos articulados a los emprendedores, como puede ser, por ejemplo, los microcréditos, que son créditos destinados para emprender y con condiciones adaptadas a la situación.

Los negocios de comercios y servicios de toda la vida en líneas generales se siguen poniendo en marcha pero con la inclusión de jóvenes emprendedores y unido a su nacimiento dentro de las nuevas tecnologías hacen irremediablemente que cambie la forma de entender el mundo, por lo que los proyectos van más encaminados a negocios más inmediatos e informatizados como pueden ser el desarrollo de las apps.

Y si miramos a nuestro alrededor, de forma global, vemos que el concepto de economía social cada vez está más asentado, no solo en el pensamiento sino que tiene calado en nuestra economía. Al final lo importante es poner el foco en las personas, fomentar la participación y el respeto al medio ambiente. Para poder llevar a cabo estas premisas es fundamental incorporarlas en el propio estudio de la idea de negocio, eso posibilitará que la empresa cumpla con los requisitos medioambientales, tenga unas bases de responsabilidad corporativa y garantice la igualdad del trabajo entre hombres y mujeres.

Qué importante es que las personas que quieran emprender vean oportunidades en vez de dificultades, no es que no las haya, que por supuesto las hay, pero la finalidad se debe centrar en la persona, en que vea sus posibilidades, sus capacidades y haga un buen estudio de la idea de negocio para que sea rentable.

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