¿Pero, qué entendemos por Economía Circular?
La economía circular tiene como objetivo principal extender el valor de los productos y su ciclo de vida durante el mayor tiempo posible, dentro de una economía circular, colaborativa y respetuosa con el medio ambiente y con la sociedad. De esta manera, la economía circular se dirige al desarrollo de sistemas de producción, servitización y consumos más eficientes, gracias a ciclos continuos y regenerativos.
“Una economía circular es aquella que es restaurativa y regenerativa a propósito, y que trata de que los productos, componentes y materias mantengan su utilidad y valor máximos en todo momento, distinguiendo entre ciclos técnicos y biológicos”. (EMF, 2012).
De esta manera, se minimiza la necesidad de nuevos inputs de materiales y energía, reduciendo el impacto medioambiental vinculado a la extracción de recursos naturales, emisiones de gases efecto invernadero y generación de residuos.
¿Es posible aplicar la filosofía de economía circular en el sector salud?
El sector salud es prioritario a nivel de gasto público y es esencial tanto para el desarrollo económico como para el bienestar social. El gasto público en sanidad en España creció 3.203 M€ en 2019, es decir un 1,22%, hasta los 79.315 M€, con lo que representó el 15,28% del gasto público total. Mientras que la facturación de las compañías del sector privado de salud en España es de 6.744.030.593€, que representa aproximadamente un 2% del total dentro de la economía española y ocupa a 372.100 trabajadores.
La sanidad ofrece oportunidades reales para aplicar las mismas iniciativas de economía circular que han demostrado su éxito en los entornos industriales y de servicios.
Según la Health Care Without Harm (HCWH) Europe, la huella climática del sector de la salud mundial es equivalente al 4,4% de las emisiones netas de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que contribuyen al cambio climático, lo que impacta negativamente en la salud de la población. Esto representa, aproximadamente, la cantidad media que Japón ha emitido durante el periodo 1890-2007, respecto al total de países del mundo.
En los últimos meses hemos visto como los desechos y residuos generados por la crisis de la COVID han aumentado de forma considerable. La Organización Mundial de la Salud ha solicitado un aumento del 40% en la producción de EPI desechables. Existe un estudio que explica que, si la población mundial se adhiere a una norma de una mascarilla desechable al día una vez finalizados los cierres, la pandemia podría dar lugar a un consumo global mensual y a un desperdicio de 129.000 millones de mascarillas y 65.000 millones de guantes.
Del total de residuos generados por las actividades sanitarias, aproximadamente el 85% son residuos generales no peligrosos. El 15% restante, se considera material peligroso que puede ser infeccioso, tóxico o radiactivo. Por ejemplo, se estima que un 30% de los antibióticos de los hospitales no se depura y contamina los ríos.
La sanidad es un sector en el que la implementación de medidas circulares está requiriendo más tiempo, debido a aspectos importantes tales como la seguridad del paciente, la higiene y la privacidad del historial médico.
Se calcula que cada año se administran 16.000 millones de inyecciones en todo el mundo. La gestión de residuos en vertederos acreditados puede, en algunas circunstancias, dar lugar a la emisión de dioxinas, furanos y partículas tras la incineración de los materiales plásticos. No existen demasiadas tecnologías viables que garanticen la transformación de residuos hospitalarios de una manera coste-efectiva y sin impactar de forma negativa en el medioambiente. Todas estas cantidades aumentarán de forma drástica conforme se vaya vacunando a la población contra el COVID.
En el entorno de un hospital o un centro de salud se pueden impulsar multitud de medidas encaminadas a implementar medidas de circularidad, proponiéndose de forma resumida las siguientes áreas de actuación y cadenas de valor:
Algunas de las peculiaridades del sector que lo hacen interesante para implementar metodologías de economía circular se resumen a continuación: