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¿Te sientes mal? Bueno, quedarte en casa podría ser la decisión más lógica que puedes tomar. Sin embargo para muchos otros, ir al trabajo, incluyendo en los días en los que estás enfermo, es una norma e incluso una necesidad en vista de las presiones que ejercen las empresas y organizaciones con sus trabajadores.

En muchos casos, estar enfermo ya no es una razón válida para no presentarse en el lugar de trabajo, más bien debe verse como algo cotidiano a lo que una persona debe aprender a sobreponerse. Cumplir horario estando enfermo es conocido en algunos países como «presentismo laboral» y es un factor que incide en los costos operacionales de las empresas. Entre otros efectos, se tiene la disminución de la calidad del trabajo y el rendimiento.

Además del costo que tiene para la empresa, el trabajador también sufre altos riesgos. Por quedarse a trabajar en dichas condiciones, podrían agravar su condición de salud. Al extremo de tener riesgo de muerte, por supuesto, en condiciones de salud más críticas.

Las causas del «presentismo laboral» son variadas. Por una parte, se deben al miedo que siente un trabajador a que su ausencia se interprete como una falta de compromiso con la empresa. Esto hace que la gente vaya al trabajo cuando no deberían.

La última investigación al respecto, publicada en la revista «Journal of Occupational Health Psychology» y realizada por la Dra. Mariella Miraglia, demuestra que exageradas exigencias, estrés e inseguridad laboral son clave para determinar el presentismo involuntario. La falta de paga y reconocimientos laborales cuando se está enfermo terminan justificando la presencia de trabajadores enfermos en su el lugar de trabajo.

El papel que juega el miedo en el presentismo fue sugerido en el caso reciente de unos trabajadores contratados por Sports Direct, ubicado en Derbyshire Inglaterra. Según reportes, algunos trabajadores tenían miedo de reportarse enfermos y perder sus trabajos, aunque Sports Direct ha comentado que el personal de su agencia no debe tener miedo a pedir días libres por estar enfermos y que ellos siempre buscan proveer las condiciones más seguras para todos.

Pero mientras que algunos trabajadores se sienten presionados a trabajar enfermos, otros simplemente escogen hacerlo. Esta clase de trabajadores desean demostrar pasión y compromiso por su trabajo, aun cuando se sienten mal de salud.

La ironía aquí es que asistir al trabajo podría ser influyente en forma negativa para la salud. El estrés debido a excesivas cargas laborales, falta de autonomía e inseguridad laboral puede causar enfermedades que luego requieran ausentarse del trabajo por un tiempo. Pero por el temor a perder un puesto, los trabajadores se ven forzados a regresar, aunque esto empeore su estado de salud.

Incluso entre esas personas devotas al trabajo, su salud puede verse deteriorada debido a la continua e ininterrumpida asistencia al mismo. Si la devoción al trabajo lleva a largas jornadas laborales, que no incluyen pago por horas extras, haría que el más comprometido de los trabajadores se desgaste físicamente o adquiera enfermedades. En dado caso, alejarse del trabajo puede ser algo bueno, especialmente si este permite tiempo para distracciones y para recobrar fuerzas mediante otras actividades totalmente diferentes al oficio que se hace en la oficina.

Sin importar las razones del presentismo laboral, buenas y malas, este tiene efectos negativos en nuestra salud. No asistir al trabajo cuando estás enfermo, a la larga, es mejor para tu vida que seguir trabajando en dichas condiciones.

Los supervisores tienen un gran papel que jugar aquí también. Bajo la presión de conseguir resultados, pueden verse tentados a hacerse los ciegos ante casos de presentismo. Pero al hacerlo, corren el riesgo de aumentar costos a las compañías para las que trabajan. Lo mejor que pueden hacer es buscar soluciones a las causas de las enfermedades – excesiva carga de trabajo, pobre seguridad laboral, y estrés – en vez de buscar que sus trabajadores rindan en dichas condiciones.

El trabajo es bueno, y podría ser mejor, si se administra de una mejor manera. Pero también puede consumirnos y enfermarnos. En el momento que esto suceda, debemos rechazarlo. El presentismo, de forma resumida, es un llamado de atención para que empecemos a pensar diferente sobre la noción que tenemos del trabajo y que este es la cura de todos los males, quizá debamos explorar la posibilidad de trabajar en horarios más reducidos en condiciones que garanticen una mayor productividad de los trabajadores a la empresa, y mejores condiciones para todos los trabajadores. A veces cuando el cuerpo pide descanso, hay que respetar su deseo y atenderlo, todo por nuestro propio bienestar. 

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