El terrible seísmo que quebró la tierra en Nepal hace poco más de una semana ha puesto a prueba la solidaridad empresarial. Las ONG nos hemos volcado en solicitarles fondos ante una tragedia que ha dejado un balance dramático: más de 7.000 personas han fallecido y 14.000 más han resultado heridas. La violencia del seísmo, de 7,9 grados en la escala Richter, inédito en Nepal, ha asolado un país cuyas infraestructuras no estaban preparadas para soportar una sacudida de estas dimensiones.
Gracias a la colaboración de las empresas, las organizaciones podemos maximizar los impactos positivos y establecer compromisos a medio y largo plazo que nos ayuden a visibilizar la cooperación internacional, tan valiosa en este momento. En unos meses, el know how empresarial será primordial para proporcionar a las organizaciones las ventajas de su gestión, profesionalidad y búsqueda del éxito. Pero la prioridad ahora son los fondos.
Hacen falta fondos para distribuir mantas, lonas, sacos de dormir y tiendas que den cobijo a las familias, urge equipamiento médico y medicinas, comida, agua potable, jabón, ropa de bebé, utensilios de cocina, cubos y bidones para almacenar agua y grano... En un escenario en el que la financiación pública ha disminuido drásticamente -desde 2011, el presupuesto de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) se ha reducido un 74%, según datos de la Coordinadora de ONGD-, los fondos privados son esenciales. Hasta que la situación en Nepal se estabilice, las donaciones se tornan urgentes para las ONG.
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Azucena García. Técnica de Comunicación, Captación y Campañas de Save the Children