La Administración General Estatal de Prensa, órgano chino que regula los medios de comunicación, ha dado a conocer una nueva directiva para prohibir la publicación de informaciones no autorizadas que provengan de medios de comunicación o webs de Internet extranjeros.
En la imagen se muestra una protesta en favor del semanario chino Nanfang Zhoumo, víctima de la censura del gobierno chino (Blog de periodismo y comunicación corporativa de Amparo Suay)
Reporteros Sin Fronteras, organización internacional que trabaja diariamente “para que retroceda la censura, combatiendo las leyes destinadas a restringir la libertad de prensa”, ha condenado esta nueva regulación pues “estas normas marcan una nueva etapa para reforzar la censura, que se sigue ampliando tras el 18º Congreso del Partido Comunista celebrado el pasado mes de noviembre. Los medios de comunicación extranjeros están en el punto de mira de los censores, especialmente desde la publicación de informaciones poco favorables de los líderes. El régimen intenta evitar de esta forma que los medios chinos se hagan eco de los medios internacionales”.
“Esta iniciativa parece destinada al fracaso, en la época de las redes sociales donde la información circula como reguero de pólvora. Sin embargo, podría justificar nuevos actos de censura y, por lo tanto, un impacto en los medios chinos, que regularmente reproducen noticias internacionales, en particular de las agencias. El papel de los medios de comunicación internacionales sigue siendo crucial para informar a los ciudadanos de este país de lo que sucede en China”, añade la organización.
Según la nota de prensa emitida por la Administración General de Prensa, Radio, Cine y Televisión de este país “está prohibido utilizar informaciones procedentes del exterior, así como noticias facilitadas por ONG´s, organizaciones comerciales o periodistas independientes sin haber hecho antes una verificación”.Un reportaje sobre esta nota fue publicada en China Press and Publishing Journal, un órgano de los censores, invitando a los medios a reforzar estos controles.
Esta directiva fue publicada el mismo día que el periódico New York Times recibió el Premio Pulitzer por sus informaciones en torno al ex primer ministro Wen Jiabao, el pasado mes de octubre. Este hecho fue ocultado en China. Las autoridades bloquearon Internet de forma que nadie podía encontrar información relacionada ni con el ex primer ministro ni con el citado periódico.
En junio de 2012 la página web del grupo Bloomberg fue censurada tras informar sobre la fortuna de la familia Xi Jinping. En febrero de este año, la BBC fue interceptada y periodistas como Melissa Chan y Chris Buckley han tenido problemas a la hora de validar sus visados.
Por otra parte, el auge de protestas sociales que ha experimentado China en los últimos años ha dado un giro significativo, al haberse sumado a ellas periodistas y ciudadanos que reclaman mayor libertad de expresión y democracia, lo que representa un desafío para los nuevos líderes.
Estas protestas afectan a un tema sensible para el gobierno chino —la libertad de información y la democracia— y, por otro, han tenido un amplio eco en Internet y redes sociales, donde proliferan las muestras de simpatía a los periodistas del Nanfang Zhoumo, uno de los periódicos más liberales y respetados de China.
Este medio, víctima de la censura, ha logrado suscitar una ola de respaldo sin precedentes en la opinión pública china. Personalidades que nunca se habían comprometido con en este tipo de reivindicaciones han respaldado a este medio que pidió reformas políticas.
Se estima que en 2010 se produjeron en China unos 180.000 “incidentes de masas”, eufemismo con el que el Gobierno denomina las protestas, huelgas y disturbios sociales. La mayor parte de ellos estuvo relacionada con problemas medioambientales, expropiaciones de tierras, conflictos laborales y quejas contras la corrupción gubernamental. Ahora, se están sumando las peticiones de mayor libertad de expresión y democracia.
China se encuentra en la posición 173 de los 179 países estudiados en la clasificación mundial de la libertad de prensa 2013
Fuentes: Reporteros sin Fronteras, FAPE y otros
