Lamentablemente no pude asistir a esas sesiones a puerta cerrada (ni a la posterior de carácter abierto: ver) , ya que coincidieron con la celebración del IV Congreso de Comfia-CCOO, aunque CCOO estuvo debidamente representada. Sin embargo me comprometí a suplir mi presencia con la aportación de un artículo y un documento que creo importante tener en cuenta.
Se trata de la opinión de la Confederación Sindical Internacional (CSI) sobre el citado Marco y Principios de Naciones Unidas. La CSI, fruto de la unión de las dos antiguas confederaciones sindicales, representa formalmente a 175 millones de trabajadoras y trabajadores de 153 países, y cuenta con 308 organizaciones afiliadas nacionales, entre ellas CCOO y UGT. Ya he dicho en muchas ocasiones que uno de los grandes fallos en los procesos de RSE es el no haber tenido en cuenta las recomendaciones efectuadas por las organizaciones sindicales
El Marco de la ONU para las actividades empresariales y los derechos humanos tiene como fin servir de base al debate sobre cómo abordar la cuestión de las empresas y los derechos humanos, con la intención de influir en las políticas públicas a escala internacional y nacional. Las ideas del Marco pueden quedar incorporadas en leyes, tratados, regulaciones, actividades de RSC y políticas empresariales. Se basa en tres pilares: proteger, respetar y remediar:
1. El deber del Estado de proteger frente a los abusos de derechos humanos cometidos por terceros, incluidas las empresas;
2. La obligación de las empresas de respetar los derechos humanos; y
3. La necesidad de mejorar el acceso de las víctimas de abusos de derechos humanos a mecanismos de reparación efectivos.
Los 31 Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos fueron aprobados en junio del 2011 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, precisamente para hacer operativo el Marco
Quiero destacar algunos puntos, muy centrados respecto a su relación con los procesos de RSE e ISR en los que participo activamente (fundamentalmente en el Consejo Estatal de RSE y en la promoción de la Inversión Socialmente Responsable):
- Que la CSI apoya sin duda este Marco y los Principios. De hecho los consideran (los consideramos) el avance más significativo en más de 30 años respecto a las normas internacionales respecto al comportamiento de las empresas. Existe un Consejo de Derechos Humanos creado en el 2006 por la Asamblea General de Naciones Unidas, que examina el estado de los Derechos Humanos en sus 192 Estados miembros, pero no existía ningún órgano que examine a las empresas en este ámbito. Dado el poder global que han alcanzado algunas multinacionales, y la clara repercusión de algunos sectores en estos derechos, directa o indirectamente (Las repercusiones finales sobre estos derechos de la influencia de los negacionistas del cambio climático, o las del sector financiero, incluidas agencias de rating, consultoría y auditoría, respecto a la situación actual de algunos países son un buen ejemplo) puede comprenderse esta importancia.
- La coherencia y refuerzo de estos principios con otros instrumentos relacionados con la RSE, que además han sido destacados en la ultima Comunicación de la Unión Europea sobre RSE (Directrices OCDE, Declaración Tripartita y Política Social de la OIT, la ISO26000 y el GRI). Son precisamente los instrumentos de RSE en los que, además de ser participativos, tienen mayor consenso global
- El documento habla de un 'cambio de reglas del juego' , implicando nuevas ideas sobre la RSC. Habla incluso de que se trata de un poderoso correctivo respecto a las peores ideas asociadas a la RSC. Nos referimos sobre todo al abuso del concepto de voluntariedad. Los Principios reafirman la idea de obligado cumplimiento de los derechos fundamentales del trabajo (OIT), por ejemplo (ver mi artículo anterior sobre el tema). Es nuestra idea sobre lo que debería ser la RSE, que además está en línea con la redefinición que hace también la citada Comunicación de la UE: la RSE debe estar basada en el cumplimiento de la ley y de los convenios colectivos.
Este cambio de perspectiva, desde una RSE desregulatoria y ultraliberal, hacia una RSE que ayude a cumplir las normas, las depure y ponga en evidencia la necesidad de nuevas y mejores regulaciones, es fundamental. Este cambio sigue ofreciendo fuertes resistencias, con el argumento del coste de las regulaciones. No tiene sentido: estamos viendo el coste de la no regulación, o de su falta de efectividad. No estamos hablando de más burocracia, sino de más transparencia.
- Los Principios también refuerzan la idea de que los estados deben promover el respeto a estos Derechos, también mediante la inclusión de cláusulas sociales en la contratación de servicios públicos y en las empresas propiedad de los Estados
Estamos teniendo en cuenta estos Principios en el grupo de trabajo sobre los Indicadores de RSE que el Consejo Estatal de RSE (CERSE) debe aportar según mandata la Ley de Economía Sostenible, el Decreto de creación del CERSE y varias Proposiciones no del Ley (que directamente citan a los indicadores sobre Derechos Humanos). Hacemos una petición desde este foro a que también la Oficina de Derechos Humanos promueva y facilite esta tarea.
También pedimos la activación, eternamente aplazada, de los Puntos Nacionales de Contacto, un mecanismo de diálogo y resolución de casos de conflicto en el cumplimiento de las Directrices de la OCDE (Que incluyen importantes referencias a los Derechos Humanos y a estos Principios).
También creo importante informar que desde CCOO y UGT estamos incluyendo a los Principios Rectores entre las referencias básicas a tener en cuenta en los modelos de política de Inversión Socialmente Responsable para los fondos de pensiones donde tenemos algún tipo de influencia como inversores institucionales.
Y por supuesto, habría que insistir en incluir estos Principios en toda la cuestión de control de exportación de armamento y también entre los criterios de ayuda al desarrollo y a la exportación (créditos, fomento...).
En estos días estamos oyendo, de nuevo, casos de tragedias en fábricas de las cadenas productivas de grandes empresas del textil, casos en sector tecnológico, en las fábricas de sus proveedores en China (y en todo el mundo), más accidentes o violaciones directas de los derechos de los trabajadores en el sector de la industria extractiva (petróleo, minería). Seguimos insistiendo en hacer una doble reflexión sobre la Competitividad (Competitividad Responsable, frente a... lo que tenemos) también sobre la crisis de confianza (sobre la seguridad y credibilidad de los procesos de rse, más allá del márketing)
Y una pregunta, bueno, mejor dos encadenadas: ¿Queremos de una vez, desde el ámbito de la RSE-Sostenibilidad, perder el miedo a aprender de la crisis, siendo ya sinceros y transparentes respecto a sus causas? y ¿Queremos una RSE que refuerce los instrumentos e instituciones de los que se dotó la Humanidad tras las dos guerras mundiales o que por el contrario los debilite aún más? Nosotros no tenemos dudas.
(Artículo escrito como colaboración con el Observatorio de la RSC, aliado estratégico de CCOO en el ámbito de una RSE desde la sociedad civil organizada. Está compuesto por mas de 15 organizaciones representativas de la sociedad civil y en el que colaboran 8 universidades. Ver el artículo en su web)
José Carlos González Lorente
Colaborador del Observatorio de la RSC
Vocal del Consejo Estatal de RSE
Secretario Federal de Responsabilidad Social de COMFIA-CCOO